Una de las claves del funcionamiento de los formatos culturales contemporáneos es su capacidad para generar conversación. Ocurre en las nuevas temporadas de Operación Triunfo o en La isla de las tentaciones, ocurre con los debates electorales o los eventos deportivos pero sobre todo ocurre con las series.
¿Cómo construir una ficción basada en hechos reales como ocurre en Chernobyl siendo fiel a la realidad pero pudiendo contar con ciertas licencias narrativas? ¿Por qué Watchmen no es simplemente una serie contemporánea de superhéroes sino una radiografía del racismo y la supremacía blancas en EU? ¿Cómo se sintieron los actores y actrices de The Good Place ante el estreno del capítulo final de la cuarta y última temporada de la serie?
Todas estas preguntas tienen algo en común: fueron respondidas en un podcast oficial de cada una de las mencionadas series por personas directamente involucradas en alguno de los procesos creativos. Una forma de continuar conversación en torno a la ficción para saciar la voracidad de la comunidad de fans.
En muchos casos los podcasts comienzan a tener una entidad de tal calibre que están dirigidos por personas que son creadores de primera línea. En el caso de Watchmen es el guionista de Chernobyl, Craig Mazin, quien conversa con el director y guionista de Watchmen.
En el caso de The Good Place, la cadena NBC (propietaria de los derechos de la serie) y productora del Late Night dirigido por Seth Meyers, combina ambos formatos en algo que cada vez es más habitual: los programas de televisión haciendo radio/podcasts o los programas de radio/podcasts haciendo contenidos audiovisuales o incluso televisivos. Esto es lo que se conoce como una estrategia transmedia.
Henry Jenkins, el profesor y experto en nuevos medios del MIT, acuñó el término en el libro Convergencia Cultural para hablar de relatos donde la historia se despliega a través de múltiples medios y plataformas de y en el que generalmente parte de la audiencia asume un rol activo en ese proceso de expansión. No es nuevo, de hecho el propio Jenkins citaba a Umberto Eco para hablar de obras de culto y ponía la película Casablanca (1942) como ejemplo de obra de culto que generaba dos condiciones fundamentales.
· Primero, que la obra debe llegar a nosotros como “un mundo completamente equipado, de suerte que sus fans puedan nombrar personajes y episodios como si fueran aspectos de un mundo sectario y privado”.
· Segundo, que la obra ha de ser enciclopédica y contener un repertorio de informaciones que puedan ser enseñadas, practicadas y dominadas por los consumidores devotos.
En España existen ejemplos recientes en la construcción de universos transmedia: desde la app que planteaba un juego-gymkana de realidad alternativa en La Peste pasando por “el grupo de whatsapp del Ministerio del Tiempo“. El podcast se inserta por tanto en un contexto en el que existe una auténtica obsesión por parte de las cadenas y productoras por generar contenidos y ampliar la conversación más allá de la ficción.
En el terreno de los podcast producidos por fans el terreno de juego se amplía aún más si cabe. Por poner un ejemplo exitoso, el Podcast Hielo y Fuego sobre Juego de Tronos, además de producir más de 230 capítulos y de aglutinar una comunidad de más de 35 mil personas entre Facebook y Twitter, consiguió llevar a Osuna el mayor evento de fans sobre la serie en toda Europa:
Nuestra querida @lportaceli viajó a Osuna como enviada especial de #LaScriptEnMovistar para cubrir el #Pdhyf200, el mayor evento de fans de #CanciónDeHieloyFuego y #JuegodeTronos que se ha hecho en Europa. ¡Enhorabuena a @HieloyFuegoPod y al resto de la gente que participó! pic.twitter.com/qxmyxn0JvA
— Juego de Tronos en Movistar+ (@juegotronosplus) October 30, 2018
Por último, los datos también avalan el auge del audio digital como formato de entretenimiento: aproximadamente hay 850 mil podcasts en todo el mundo y aproximadamente 30 millones de episodios en más de 100 idiomas. España es el quinto país del mundo en consumo de podcasts, según el informe “Digital News Reports”, elaborado por investigadores de la Universidad de Navarra. De acuerdo a un informe de Reuters Institute, el 40 por ciento de los internautas españoles escucha podcasts.
Si en los 90 teníamos DVDs y sus famosos “extras” donde podíamos ver algún “cómo se hizo” o entrevistas con actores, guionistas o directores, hoy tenemos los podcasts sobre las series: formatos digitales donde se profundizan sobre muchas de las cuestiones cruciales, generando así otro contenido que mantiene a la audiencia cerca del producto en cuestión pero al mismo tiempo siendo fiel a un espectador medio cada vez más exigente y ávido de saber más sobre las historias que ama.