El número de víctimas de feminicidio, oficialmente reconocidas por las autoridades como asesinatos por razón de género, subió 10.30 por ciento durante el 2019, con un total de 1 mil 6 víctimas en comparación al año 2018, donde hubo 912.
Los feminicidios crecieron en el 43.75 por ciento del territorio nacional, en tanto que en el 15.62 por ciento del país se mantuvo el mismo número de víctimas en 2019 y 2018.
En Yucatán el alza se dispara hasta un 200 por ciento, pues esta entidad que no tenía ningún caso registrado, se reportaron al menos 2 víctimas en 2019, de acuerdo a datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNP).
En Durango subió un 175 por ciento, al pasar de 4 casos en 2018 a 11 en 2019; en Quintana Roo creció 125 por ciento con 18 víctimas, sobre las 8 que reportó en 2018; Coahuila subió 116.66 por ciento con 26 víctimas, frente a las 12 del año que le antecedió; Puebla subió 87.50 por ciento con 60 víctimas, en comparación a 32 registradas en 2018; Jalisco aumentó 75 por ciento, al pasar de 32 víctimas en 2018 a 56 en 2019.
En la Ciudad de México subió 58.13 por ciento al reportar 68 víctimas, frente 43 de 2018. El Estado de México pasó de 117 víctimas en 2018 a 125 en 2019, lo que representa un alza de 6.83 por ciento.
El incremento de feminicidios se presentó en 14 de los 32 estados; en tanto que, en cinco entidades, –Hidalgo, Nayarit, San Luis Potosí, Tamaulipas y Tlaxcala– la cifra de 2019 se mantiene exactamente igual que a la del año anterior.
Morelos se colocó como la entidad con la tasa más alta de feminicidios durante el 2019, al registrar 3.74 casos por cada cien mil mujeres; le siguen Veracruz con una tasa de 3.60, y Colima, que en años pasados se ubicaba en primer lugar, ahora posiciona en el tercero con una tasa de 2.83 casos por cada cien mil mujeres.
En tanto que 13 estados (40 por ciento del territorio) reportaron una baja en los números de feminicidios oficiales. Llama la atención que entre estos estados se encuentran entidades con altos índices de violencia como Guanajuato, donde las autoridades reportan una disminución de feminicidios en 14.28 por ciento; Baja California, que reporta 24 feminicidios, cuatro menos que en 2018, lo que da un descenso también del 14.28 por ciento.
Chihuahua registra 31 feminicidios, frente a 45 de 2018, lo que representa una disminución del 31.11 por ciento; Guerrero con 16 casos en 2019, en comparación con los 35 de 2018, representa una baja de 54.28 por ciento. Sinaloa también descendió de 20.40 por ciento, con 39 casos el año pasado, frente a los 49 registrados en 2018.
Las cifras anteriores son de mujeres asesinadas y que las Fiscalías reconocen e investigan bajo el tipo penal de “feminicidio”, sin embargo, la cifra de mujeres asesinadas en la república es mucho mayor. Durante el 2019 se abrieron al menos 3 mil 795 carpetas de investigación por asesinato de mujeres, de las cuales, solo 976 fueron clasificados como feminicidios y el resto están catalogados como homicidios dolosos.
El número de asesinatos de mujeres ha mantenido una tendencia al alza: En 2015 se reportan en total 2 mil 146 carpetas abiertas por asesinato de mujeres, solo 411 clasificados como feminicidios, el 19.15 por ciento del total de asesinatos; para el 2016, se registraron en total 2 mil 792 asesinatos de mujeres, de los cuales el 21. 56 por ciento fueron clasificados como feminicidios (602); en 2017, de 3 mil 277 asesinatos, el 22.61 por ciento se consideraron feminicidios (741), y en 2018, de 3 mil 664, se reconocieron como feminicidios 891 casos, es decir, el 24.31 por ciento.
Desde el año 2014, el Modelo de Protocolo Latinoamericano de Investigación de las Muertes Violentas de Mujeres por Razones de Género recomendó al Estado Mexicano “aplicar las directrices del Modelo de Protocolo de manera sistemática frente a todos los casos de muertes violentas de mujeres, puesto que detrás de cada muerte puede existir un feminicidio, aunque al inicio no haya sospecha de criminalidad”.
Sin embargo, a la fecha no se aplica de tal forma, por lo que las cifras, para varios colectivos, son imprecisas. Organizaciones de derechos humanos, feministas y familiares de víctimas han denunciado que la violencia feminicida es una problemática que las autoridades se resisten a reconocer en la práctica, puesto que, a la hora de hacer sus investigaciones, en su mayoría, no integran las carpetas de investigación perspectiva de género, y no las abren como feminicidios.
Por ejemplo, un informe de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, publicado en septiembre pasado, señala que las autoridades capitalinas invisibilizan la problemática de feminicidios y violencia estructural, al clasificar las muertes violentas de mujeres como homicidios y no feminicidios, lo que incurre en un proceso de victimización secundaria.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) ha explicado que la medición del feminicidio en los países de la región es fundamental para el diseño, la implementación y el seguimiento de las políticas públicas orientadas a proteger a las víctimas de violencia por razones de género, específicamente, para prevenir el feminicidio, reparar a las víctimas colaterales dependientes y sancionar a los perpetradores.
VIOLENCIA DE GÉNERO
Durante el 2019, a nivel nacional, se registraron al menos 197 mil 693 llamadas de emergencia al 911 que reportaban algún caso o incidente de violencia contra la mujer. Ello significa un alza de 14.79 por ciento en comparación con el 2018, que registró 172 mil 210 reportes de violencia contra la mujer.
En el Estado de México, en todo el 2019, se registraron al menos 41 mil 315 llamadas que reportaban violencia contra la mujer; en Jalisco, 15 mil 160; Ciudad de México, 13 mil 813; Puebla, 13 mil 291; Chihuahua, 10 mil 163 e Hidalgo, 9 mil 205.
Hidalgo es el Estado con la tasa más alta de reportes de violencia contra la mujer con 583.9 por cada cien mil habitantes mujeres, seguido por Coahuila (559.2), Morelos (535.8), Chihuahua (535.4) y Querétaro (480.2).
Las mujeres y las niñas mexicanas enfrentan diversos tipos de violencia física, económica, patrimonial, sexual y psicológica, expresó Belén Sanz Luque, representante de ONU Mujeres en México, en una entrevistada realizada por SinEmbargo.
La representante de ONU Mujeres consideró que la mala e insuficiente aplicación de las leyes; baja inversión en prevención y servicios de calidad; impunidad a perpetradores de violencia y falta de acceso de justicia; inadecuados sistemas de seguimiento y evaluación son las barreras que aún persisten en México prevenir, atender y erradicar la violencia contra las mujeres.
Estas violencias, ejemplificó, van desde los comentarios sexuales y silbidos, manoseos, y violaciones, hasta llegar a la forma más extrema: los feminicidios. “Todas estas formas son parte del continuum de violencia que se ejerce contra ellas a lo largo de sus vidas, de manera sistemática y en múltiples formas, tanto en el ámbito privado como en el público”, dijo la funcionaria.
Sanz Luque ha destacado que es necesario que el Estado mexicano fortalezca las capacidades y sensibilizar a todas las personas involucradas en la prevención, atención y sanción, a lo largo de toda la cadena de justicia, incluyendo al sector salud.
SECUESTRO DE MUJERES
El secuestro de mujeres también aumentó: en 2019, se registraron a nivel nacional al menos 410 carpetas de investigación por el delito, en tanto que en 2018 fueron 404; 369 en 2017; 384 en 2016 y 342 en 2015.
Las cinco entidades federativas con mayor número de secuestro de mujeres son: Veracruz (89 casos), Estado de México (57), Ciudad de México (55), Morelos (24) y Puebla (18).
Sin embargo, en relación a la tasa de secuestros por cada cien mil habitantes mujeres, Morelos nuevamente se ubica en el primer lugar con una tasa de 2.30, seguida de Veracruz (2.04), Quintana Roo (1.92), Zacatecas (1.78) y Ciudad de México (1).
Las llamadas de emergencia relacionadas con violencia familiar en el país subieron un 10.81 por ciento al pasar de 647 mil 940 reportes en 2018 a 718 mil 019 en 2019.
Los estados con la mayor tasa de incidentes de violencia familiar son: Sonora con una tasa de 4 mil 355.9 incidentes por cada cien mil mujeres; Colima (3,398); Chihuahua (2,755); Nuevo León (2, mil 642) y Aguascalientes (2,388).
VIOLENCIA SEXUAL
Las llamadas relacionadas con casos de violación crecieron 6.02 por ciento en 2019, que registró un total de 3 mil 874 reportes en comparación con 2018, con 3 mil 654 reportes.
Los estados con mayor tasa de reportes de violación por cada cien mil mujeres son: Nuevo León (20.1); Quintana Roo (17.7); Ciudad de México, (14.7); Chihuahua, (13.8) y Baja California (11.6).El abuso sexual, llamadas que lo denuncian, creció 5.29 por ciento en 2019, que registró 5 mil 347 llamadas de emergencia por abuso sexual, en comparación con las 5 mil 78 registradas en 2018.
Sonora es la entidad con la tasa más alta de llamadas por abuso sexual, con un total de 39.7 por cada cien mil mujeres, seguida por Nuevo León (39); Chihuahua (32.8); Baja California (32.7) .
El acoso y hostigamiento reportó un alza mayor, menos un 23.30 por ciento, pues el número de reportes telefónicos pasó de 6 mil 58 en 2018 7 mil 470 en 2019.
Las entidades con las mayores tasas de acoso y hostigamiento sexual, son: Chihuahua con 52.3 llamadas con reportes de acoso u hostigamiento sexual por cada cien mil mujeres; Baja California, 32.2; Colima, 30.4; Querétaro 25.8 y Ciudad de México, 24.