Acciones de seguridad desplegadas en los municipios de Badiraguato y Culiacán permitieron a las autoridades localizar y destruir 46 artefactos explosivos improvisados, así como asegurar un laboratorio clandestino dedicado a la producción de metanfetamina, lo que generó un impacto económico estimado en mil 511 millones de pesos para grupos delictivos.
Durante recorridos de vigilancia en la zona serrana de Badiraguato, personal de seguridad detectó explosivos de elaboración artesanal, confeccionados con materiales metálicos, cableado y mecanismos improvisados, los cuales representaban un riesgo inmediato para la población y para las propias fuerzas operativas.
Los artefactos, dispuestos sobre el terreno y con modificaciones rudimentarias, fueron destruidos en el sitio debido a su alta peligrosidad, siguiendo procedimientos técnicos especializados para evitar daños colaterales.
En una intervención paralela, autoridades ubicaron un narcolaboratorio en una zona de difícil acceso en Culiacán, donde se elaboraban drogas sintéticas bajo condiciones precarias y sin medidas de seguridad.

En el inmueble improvisado se aseguraron reactores de síntesis orgánica, condensadores, tanques de gas LP, así como 400 litros y 295 kilogramos de sustancias químicas, todos empleados en la fabricación de metanfetamina.
El sitio fue inhabilitado y las sustancias neutralizadas por personal especializado equipado con trajes de protección.
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De acuerdo con cálculos oficiales, el desmantelamiento del laboratorio y el decomiso de los insumos evitó la producción y comercialización de una cantidad significativa de droga, lo que significó una afectación económica de mil 511 millones de pesos para la delincuencia organizada.
Con información de Milenio


