El colesterol alto en la sangre es uno de los principales factores de riesgo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, por lo que conocer los niveles considerados peligrosos resulta clave para prevenir complicaciones de salud.
Para evaluar el colesterol, se realizan pruebas de sangre que miden el colesterol total, así como los niveles de colesterol LDL, conocido como “colesterol malo”, y HDL, llamado “colesterol bueno”.
Estos resultados permiten identificar el estado de la salud cardiovascular de una persona y detectar posibles riesgos.
Los niveles de colesterol se expresan en miligramos por decilitro (mg/dL). De manera general, un colesterol total por encima de 200 mg/dL se considera elevado y puede representar un riesgo para la salud.
No obstante, el nivel óptimo puede variar según los antecedentes médicos y la presencia de otros factores de riesgo, como enfermedades cardíacas previas, en cuyo caso se recomiendan metas más estrictas.

El colesterol LDL es el principal responsable de la acumulación de placa en las arterias. Un nivel superior a 130 mg/dL se considera alto y se asocia con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular.
En personas con padecimientos cardíacos, los especialistas pueden recomendar niveles de LDL aún más bajos.
En contraste, el colesterol HDL contribuye a eliminar el exceso de colesterol de las arterias y transportarlo al hígado para su eliminación.
Un nivel inferior a 40 mg/dL se considera bajo y puede incrementar el riesgo de enfermedad del corazón, mientras que niveles superiores a 60 mg/dL se asocian con una menor probabilidad de desarrollar problemas cardiovasculares.
Diversos factores influyen en los niveles de colesterol, entre ellos la genética, la edad, la alimentación y el estilo de vida.
El consumo elevado de grasas saturadas y trans, la falta de actividad física, el tabaquismo y la obesidad pueden favorecer niveles altos de colesterol.
Especialistas recomiendan mantener una dieta equilibrada, realizar ejercicio de forma regular y adoptar hábitos saludables para controlar el colesterol y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.


