La avena es uno de los alimentos más recomendados dentro de planes de alimentación saludable y dietas orientadas a la pérdida de peso, debido a su alto contenido de fibra, su capacidad para generar saciedad y su aporte de energía de liberación sostenida.
No obstante, uno de los errores más frecuentes al consumirla es añadir grandes cantidades de azúcar, miel o jarabes, lo que incrementa de forma considerable el aporte calórico y puede contrarrestar sus beneficios nutricionales.
Especialistas en nutrición coinciden en que existen alternativas naturales y saludables para endulzar la avena sin recurrir al azúcar refinada ni a productos altamente calóricos, manteniendo su valor nutricional.
Una de las opciones más recomendadas es el uso de frutas frescas, que aportan dulzor natural, vitaminas y antioxidantes. Fresas, frambuesas y moras destacan por su bajo contenido de azúcar y su alto aporte de fibra, lo que contribuye a una mejor regulación de la glucosa en sangre.
Asimismo, la manzana o la pera rallada, al cocinarse junto con la avena, liberan azúcares naturales que intensifican el sabor dulce sin necesidad de endulzantes adicionales. El plátano también puede utilizarse, aunque en porciones moderadas debido a su mayor densidad calórica.
Otra alternativa eficaz es el uso de especias y aromatizantes naturales, que no aportan calorías pero sí mejoran el sabor.
La canela es una de las más utilizadas, ya que además de brindar un toque dulce, se asocia con una mejor regulación de los niveles de glucosa. La vainilla natural, la nuez moscada o el cardamomo también pueden enriquecer el perfil de sabor de la avena sin necesidad de azúcar.
Para quienes buscan un dulzor más intenso, los endulzantes naturales sin calorías representan una opción viable. La stevia pura y la fruta del monje (monk fruit) no elevan el índice glucémico ni aportan energía, lo que las hace adecuadas para personas que desean bajar de peso o controlar la diabetes.
Sin embargo, se recomienda revisar cuidadosamente las etiquetas, ya que algunos productos comerciales contienen azúcares añadidos.
Asimismo, cocinar la avena con leches vegetales sin azúcar, como la de almendra o coco light, puede aportar un dulzor ligero y una textura más cremosa sin incrementar de forma significativa las calorías.
En menor proporción, el uso moderado de grasas saludables como crema de almendra o coco rallado sin azúcar puede mejorar el sabor y aumentar la sensación de saciedad.
Especialistas advierten evitar los llamados “falsos aliados”, como la miel, el piloncillo, el azúcar mascabado o las frutas deshidratadas, ya que concentran altas cantidades de azúcares.
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En conclusión, la elección de ingredientes naturales y el control de las porciones permiten disfrutar de una avena dulce, nutritiva y alineada con un estilo de vida saludable.
Con información de Infobae


