Hermosillo, Sonora.- En medio del creciente debate sobre la regulación del regional mexicano, el cantautor sonorense Régulo Caro alzó la voz para cuestionar lo que considera un intento sistemático por responsabilizar a los artistas de los problemas de violencia en el país.
Desde su perspectiva, las medidas restrictivas que han surgido en distintos estados no solo fallan en atender el origen del conflicto, sino que además amenazan la libertad de expresión que históricamente ha marcado al corrido.

Durante su participación en Proyecto Puente, Caro señaló que los señalamientos hacia los corridos progresivos han aumentado conforme el género gana presencia internacional.
Para él, el éxito masivo del regional mexicano convirtió a sus intérpretes en una diana conveniente: “Cuando la situación está fuera de control, buscan a quién echarle la culpa. Ahora nos señalan a nosotros, como si la música fuera el origen de lo que pasa en las calles”, expresó.
Explicó que, a diferencia de décadas anteriores, el corrido moderno dejó de ser un fenómeno regional para convertirse en un movimiento global, lo que lo colocó “bajo lupa” en un contexto donde la inseguridad ha crecido.
En su opinión, mientras más auge tiene el género, mayor es la presión institucional por censurarlo. Sin embargo, insistió en que las canciones no crean la realidad: solo la describen.
“No inventamos historias. Cantamos lo que se vive. Y se vive porque ocurre, no porque se cante”.
Añadió que la censura puede tener implicaciones graves, particularmente cuando se pretende limitar la libertad de expresión.
Señaló que el corrido también puede ser una herramienta para narrar injusticias, corrupción o problemáticas sociales que no siempre llegan a otros espacios de discusión.
Para el cantautor, existe una falta de comprensión sobre la diferencia entre artista y obra. Comparó la situación con la actuación: un actor puede interpretar criminales, soldados o villanos sin que eso determine su vida personal, pero en la música —dijo— la sociedad suele juzgar de manera más severa.
“Interpretar no es vivir. Y claro, hay artistas metidos en cosas, pero eso ya es responsabilidad individual, no del género”.
Regulo considera que responsabilizar al corrido de los comportamientos de los jóvenes es un error que ignora factores profundos: la educación, la ausencia de oportunidades laborales, la falta de supervisión familiar y las desigualdades sociales. Recordó que cada cabeza es un mundo y que la guía debe venir primero de los padres y, en su ausencia, de la escuela.
“El artista hace arte. El papá educa”, afirmó.

¿Quién es Regulo Caro? Su trayectoria y el camino que lo llevó a los escenarios
Regulo Caro nació en Los Ángeles pero creció en Ciudad Obregón, Sonora. Aunque proviene de una familia de músicos por parte de su madre, nunca imaginó dedicarse a esta profesión.
De niño soñaba con ser astronauta o policía, y aunque desde los 13 años tocaba la guitarra por diversión, no fue sino hasta los 28–29 años cuando decidió dedicarse de lleno a la música.
Antes de lanzarse como intérprete, trabajó como compositor. Sus primeros temas llegaron a voces como Gerardo Ortiz, Julión Álvarez, Banda MS, Voz de Mando y Los Buitres. Eso le dio la confianza para comenzar su carrera en 2010.
Desde entonces ha construido un catálogo amplio: siete producciones inéditas, cinco álbumes de covers bajo el concepto Mi Guitarra y Yo, y múltiples grabaciones en vivo.
“Ya son más de 15 álbumes en estos 15 años”, comentó.
Su música se mueve entre los corridos progresivos y la balada romántica con banda. A lo largo de su trayectoria ha compuesto temas que considera fundamentales en su carrera, como “El 25 de diciembre”, que marcó sus primeros ingresos como compositor, y En estos días, un corrido inspirado en la vida en prisión, con el que conectó con un público inesperado, incluso padres de familiares encarcelados.
Relató que esa canción nació en un momento emocionalmente complicado, cuando tomaba medicamentos cuyos efectos secundarios incluían depresión. Esa sensación de encierro —explicó— lo hizo encontrar la melodía y el tono justo para hablar de un tema que él nunca ha vivido personalmente.
También habló de su gusto por fusionar géneros. Recientemente participó en un festival encabezado por Deftones, un espacio dominado por el rock, donde logró cautivar a un público que suele ser crítico con el regional mexicano.
“Fue un logro personal enorme. Pude ver que dos mundos que siempre han sido enemigos sí pueden cruzarse”, dijo sobre ese momento que él considera histórico.
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Actualmente, Regulo continúa con una gira de medios en Sonora y expresó su deseo de presentarse nuevamente en escenarios del estado: Hermosillo, Obregón, Navojoa, Nogales y Agua Prieta. Además, trabaja en la promoción de su nuevo álbum Carpe Diem Full Experience, disponible ya en plataformas digitales.


