El VIH volvió a crecer en México. Tras la desaceleración registrada durante la pandemia de covid-19, los contagios retomaron una tendencia al alza y, de acuerdo con organizaciones civiles, el país ya superó los 15 mil 789 nuevos casos en 2025, aunque la base de datos oficial no está actualizada.
En el marco del Día Mundial del VIH, especialistas señalaron que las cifras reales pueden ser mayores y reflejan una epidemia activa que afecta principalmente a jóvenes y a diversas regiones del sureste y las penínsulas.

380 mil personas podrían vivir con VIH en México
Datos del Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH (Censida) estiman que el número total de personas que viven con VIH podría superar los 380 mil casos, ya que dos de cada diez no conocen su diagnóstico.
Entre las principales causas se encuentran prácticas sexuales de riesgo, uso de drogas inyectables y resistencia a tratamientos.
La transmisión sexual representa más del 93% de los casos acumulados, seguida de contagios por vía sanguínea, uso de drogas inyectables y transmisión vertical. Aún existen 883 diagnósticos sin causa identificada.
Especialistas advierten que el estigma y el miedo al diagnóstico siguen retrasando la detección temprana, pese a que los tratamientos actuales permiten una calidad y esperanza de vida comparable a la de una persona sin VIH.
Jóvenes concentran casi 60% de los casos
El impacto del VIH es mayor en adultos jóvenes. Más de la mitad de los diagnósticos corresponden a personas entre 20 y 34 años.
El grupo de 25 a 29 años es el más afectado, con 40 mil 757 casos (22.6%), seguido de quienes tienen entre 30 y 34 años (18.6%) y de 20 a 24 años (17.5%). En conjunto, estos rangos representan casi el 59% de todos los diagnósticos desde 2014.
En personas mayores de 35 años, la proporción disminuye progresivamente, mientras que en menores de edad las cifras se mantienen por debajo del 0.2% en la mayoría de los grupos.
Quintana Roo, Colima y Yucatán entre los estados con mayor incidencia
Para 2025, las tasas más altas por cada 100 mil habitantes se concentran en Quintana Roo, Colima, Yucatán, Baja California Sur y Tabasco, lo que refleja zonas donde la transmisión sigue activa.
En números absolutos, el Estado de México, Ciudad de México, Veracruz, Jalisco y Quintana Roo encabezan la lista de entidades con mayor carga acumulada de casos desde 2014. Chiapas, Guerrero, Puebla, Nuevo León, Oaxaca, Baja California y Guanajuato también presentan cifras relevantes.

Alerta Censida por resistencia a tratamientos antirretrovirales
Durante el Simposio Regional Comunidad y Ciencia Unidas para la Eliminación de la Epidemia de VIH en América Latina, expertos de ONUSIDA, OPS, IAS y Censida advirtieron sobre un incremento en fallas terapéuticas vinculadas a resistencia a dolutegravir (DTG) y bictegravir (BIC), fármacos base de los tratamientos actuales.
La OMS alertó que, pese a que más de 31 millones de personas reciben terapia antirretroviral en el mundo, la resistencia a medicamentos ha aumentado en la última década.
Juan Luis Mosqueda Gómez, director de Censida, explicó que el desarrollo de resistencia se relaciona con fallas prolongadas en el tratamiento. México implementará genotipos basales para identificar resistencia primaria desde el inicio de la terapia, además de un sistema automatizado que detecta fallas aun sin indicación médica.
Los estudios presentados mostraron niveles bajos de fallas virológicas con DTG —entre 2 y 6%—, mientras que las mutaciones asociadas a inhibidores de integrasa se mantienen entre 0 y 0.6%. En personas con tratamientos previos, la resistencia puede aumentar hasta 3.4%.
En el caso de bictegravir, México reportó mutaciones específicas entre 0.2 y 0.5% en pacientes que iniciaron o cambiaron a este medicamento.
Los factores que incrementan el riesgo de resistencia incluyen carga viral muy alta, adherencia irregular, exposición previa a tratamientos antiguos y fallas prolongadas sin corrección.
Lee también: Protégete del covid o influenza en Hermosillo: Abrirán centro de vacunación gratuito en este lugar
La OMS reiteró que niveles indetectables del medicamento en sangre se asocian con más del 94% de ausencia de resistencia, por lo que la adherencia continúa siendo el componente decisivo para evitar fallas terapéuticas.
Con información de Milenio



