La Fiscalía General de la República (FGR) confirmó la detención de Jorge Antonio Sánchez Ortega, exagente del desaparecido Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), en la ciudad de Tijuana, Baja California.
Aunque las autoridades no han precisado los motivos de su captura, su nombre ha estado ligado por casi tres décadas al asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta, ocurrido en 1994.
Sánchez Ortega fue uno de los personajes que generaron mayor polémica en las primeras investigaciones del magnicidio.

En aquel entonces, fue detenido a escasos metros de la escena del crimen en la colonia Lomas Taurinas, luego de que las autoridades notaran que su chamarra tenía manchas de sangre del candidato presidencial del PRI.
Las pruebas forenses arrojaron positivo a residuos de disparo, lo que encendió las sospechas en su contra, aunque más tarde fue liberado por falta de pruebas.
En 2024, su nombre volvió a aparecer en los informes de la FGR, cuando fue señalado formalmente como el presunto “segundo tirador” que habría participado en el atentado contra Colosio.
Desde entonces, existía una orden de aprehensión en su contra, cuya ejecución parece concretarse con la reciente captura en Tijuana.
De acuerdo con registros históricos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el exagente sostuvo que las manchas de sangre en su ropa se debieron a que intentó auxiliar al político herido, cargando su cuerpo hacia una ambulancia.
Durante años, esa versión ha sido parte de las múltiples líneas de investigación y teorías en torno al asesinato del candidato presidencial.
El crimen de Luis Donaldo Colosio, ocurrido el 23 de marzo de 1994, marcó un punto de quiebre en la historia política reciente de México. Aquel día, tras un mitin en Lomas Taurinas, el candidato fue baleado a quemarropa en medio de una multitud de simpatizantes.
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Herido de gravedad, fue trasladado al Hospital General de Tijuana, donde murió alrededor de las 18:55 horas. La investigación oficial concluyó con la condena de Mario Aburto Martínez, aunque por años ha persistido la sospecha de que no actuó solo.
Con información de Milenio



