Durante la marcha realizada tras el incendio registrado en una tienda Waldo’s en Hermosillo, Patricia Duarte, madre de uno de los niños fallecidos en la Guardería ABC, exigió justicia para las víctimas y pidió que se revelen los nombres de los propietarios del establecimiento siniestrado.
Duarte reprochó que, al igual que hace 16 años, sean las víctimas quienes deban enfrentar un largo camino para obtener justicia. “No queremos que estas víctimas pasen por un camino tan difícil como hemos pasado nosotros para poder obtener justicia que no ha llegado como debe de ser”, expresó.
Aseguró que la tragedia evidencia nuevamente fallas estructurales, corrupción y negligencia en instituciones públicas: “Todo lo que pasa en México, en Sonora, se lo debemos a la mala estructura que tenemos de las instituciones y la gente inepta, inservible que llega a las funciones de gobierno”.
Relató que habló con el gobernador Alfonso Durazo, quien le dijo: “No seré un gobernador ABC”. Al respecto, respondió: “Demuéstrelo. Demuestre que no repetirá el librito de Eduardo Burs Castelo”.
Duarte exigió que la Fiscalía General de la República atraiga el caso, tal como ocurrió con la Guardería ABC, y que se indague quiénes son los dueños de la tienda. “Ellos son tan responsables como los servidores públicos”, afirmó.
También señaló la falta de protocolos médicos adecuados, pues algunas personas lesionadas fueron trasladadas a hospitales sin área especializada en quemaduras, mientras que otras debieron ser llevadas a Estados Unidos. “El Estado debe de responder a esto. No es un favor. Tienen derechos”, recalcó.
Duarte criticó la falta de comunicación y transparencia de la Fiscalía: “Lo mismo que hace 16 años. La Fiscalía… si es que se le puede llamar a eso hablar, contesta dos, tres preguntas y se acaba todo”.
Recordó que en 2009 el gobierno intentó hacer que las familias firmaran documentos para renunciar al derecho de denunciar a los responsables. Por eso advirtió a las familias afectadas: “No firmen nada. Son víctimas de un crimen, de omisiones y negligencias criminales del Estado”.
Además, cuestionó la ausencia de infraestructura médica especializada, pese a que la Ley 5 de Junio contempla la creación de un hospital para quemados. “No hay nada, nada, nada. No funciona. No es cierto”, afirmó.
Respecto a quienes la acusan de oportunismo político, sentenció: “Me tienen sin cuidado. Mis años buscando justicia por mi hijo hablan por mí”.
Duarte insistió en que las autoridades deben sancionar a todos los responsables, sin importar cargos o afiliación política: “Que caigan todos, todos los que tengan que caer”.
Aseguró que no desea ocupar algún cargo público, sino seguir vigilando desde la ciudadanía: “Yo prefiero vigilar. Me van a querer callar y no me voy a callar. No les convengo”.
Tras la marcha, alrededor de 500 personas llegaron al Palacio de Gobierno, donde colocaron mensajes como: “No fue accidente, fue negligencia” y “Las renuncias no resuelven homicidios”.



