El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue recibido este miércoles con toda solemnidad en el castillo de Windsor por la familia real británica, en el primer día de su visita oficial al Reino Unido, marcada por la distancia con las manifestaciones en su contra en Londres.
Trump y su esposa Melania, que arribaron el martes por la noche a la capital británica, fueron trasladados en helicóptero hasta Windsor, donde los esperaban los reyes Carlos III y Camila, así como los príncipes de Gales, Guillermo y Catalina.
El mandatario estadounidense pasó revista a una guardia de honor compuesta por mil 300 efectivos del Ejército británico, en una ceremonia militar calificada como inédita. Posteriormente, junto a la primera dama, depositó una corona de flores en la tumba de Isabel II, en la Capilla de San Jorge.
Mientras tanto, en Londres, miles de personas se manifestaron en rechazo a la visita de Trump. La concentración, organizada por el grupo “Stop Trump”, fue vigilada por más de mil 600 agentes de seguridad, informó la policía metropolitana.
Entre las pancartas podían leerse mensajes como “Los migrantes son bienvenidos, Trump no es bienvenido”, “No al racismo, no a Trump” y “Bombardear niños en Gaza y festejar en Reino Unido”.
La agenda del mandatario contempla evitar la capital británica durante toda la visita. En la jornada final, el jueves, se desplazará a Chequers, residencia campestre oficial del primer ministro, donde mantendrá un encuentro con Keir Starmer.