El director de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), Terry Cole, elogió este jueves la “disposición sin precedentes” de México a cooperar con Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico, días después de anunciar una operación conjunta en la frontera que las autoridades mexicanas desmintieron.
“Considero que, debido a los esfuerzos del presidente (Donald Trump) con México, estamos viendo una disposición sin precedentes de ese país a cooperar con EEUU y nuestro personal”, declaró Cole a la cadena Fox News.
“Pienso que juntos podemos seguir salvando la mayor cantidad de vidas estadounidenses posible”, añadió.
Al ser cuestionado sobre si la DEA apoyaría posibles planes de la Administración para “bombardear” a los cárteles mexicanos dentro de los esfuerzos por desmantelar redes de tráfico de drogas hacia Estados Unidos, Cole respondió que la agencia “apoyará la decisión” que tome Trump. “Cumpliremos nuestra misión”, afirmó.
Las declaraciones se producen después de que la DEA anunciara el “Proyecto Portero”, una iniciativa para desmantelar las redes de tráfico que, según la agencia, “inundan las comunidades estadounidenses con drogas sintéticas mortales”.
No obstante, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, rechazó la versión: “No hay ningún acuerdo con la DEA”.
La mandataria reiteró que sí existe coordinación en materia de seguridad con el Gobierno estadounidense, pero siempre con respeto a la soberanía.
“No sé cuál sea su intención, la verdad, decir que hay un operativo especial en la frontera, cuando no lo hay. Entonces, pues en todo caso ellos (la DEA) tendrían que decir por qué, cuál es su intención”, subrayó.
Cole también destacó los esfuerzos para enfrentar lo que denominó “la epidemia de las drogas” y aseguró que la DEA ha “decomisado más cocaína que en años pasados”.
El pasado 18 de agosto, la agencia anunció oficialmente el inicio del ‘Proyecto Portero‘, con el que, según explicó, investigadores mexicanos, fuerzas del orden, fiscales, funcionarios de defensa y miembros de inteligencia de EEUU colaborarían durante varias semanas para identificar objetivos comunes, diseñar estrategias coordinadas y reforzar el intercambio de información.