Un avance médico que podría cambiar por completo la lucha contra el VIH fue aprobado este miércoles 18 de junio por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA): se trata de Yeztugo, un nuevo tratamiento inyectable desarrollado por el laboratorio Gilead, que promete prevenir la transmisión del virus con solo dos inyecciones al año.
Este nuevo medicamento representa una alternativa a la PrEP tradicional (profilaxis preexposición), que desde hace más de una década consiste en tomar una pastilla diaria. Aunque en 2021 se aprobó un primer tratamiento inyectable (Apretude, del laboratorio ViiV Healthcare), Yeztugo da un paso más al reducir la frecuencia de aplicación a solo dos veces al año.
La fórmula está basada en la molécula lenacapavir, que Gilead ya utiliza en su antirretroviral Sunlenca. Según los ensayos clínicos, este nuevo medicamento logra una eficacia de hasta el 99.9% en la prevención del VIH.
“Este es un día histórico”, declaró Daniel O’Day, director ejecutivo de Gilead. El laboratorio informó que Yeztugo estará disponible para adultos y adolescentes que pesen al menos 35 kg.
Resultados “casi como una vacuna”
El tratamiento se probó en dos grandes ensayos clínicos. El primero incluyó a más de 2,000 mujeres del África subsahariana, donde no se registró ninguna infección. El segundo, con más de 2,000 personas de género diverso, solo reportó dos contagios, lo que confirma una tasa de protección del 99.9%.
Con esos números, muchos expertos ya lo califican como la herramienta más efectiva jamás desarrollada para prevenir el VIH. La revista Science incluso nombró a la molécula como el “Avance del Año” en 2024.
Pero, ¿cuánto va a costar?
Aunque los beneficios médicos son indiscutibles, el precio podría convertirse en una barrera. Aún sin anunciarse oficialmente, analistas estiman que el tratamiento costará hasta 25 mil dólares al año en Estados Unidos.
“Ni siquiera los países ricos podrán costear el uso masivo de lenacapavir a esos precios”, advirtió Andrew Hill, investigador de la Universidad de Liverpool. Su equipo demostró que el medicamento podría fabricarse por tan solo 25 dólares por persona al año.
En octubre de 2024, Gilead firmó acuerdos con seis farmacéuticas para producir versiones genéricas en 120 países de ingresos bajos y medios, aunque aún están en espera de aprobación regulatoria. También se anunció un convenio con el Fondo Mundial para abastecer a dos millones de personas.
Sin embargo, ese plan ahora enfrenta incertidumbre debido a los recortes presupuestarios del presidente Donald Trump, lo que pone en riesgo su implementación a gran escala.
¿Y los efectos secundarios?
Hasta ahora, los efectos secundarios registrados han sido leves, como dolor en el sitio de la inyección, dolor de cabeza o náuseas. A pesar de eso, organizaciones de salud pública insisten en que el medicamento debe estar al alcance de todos.
“Lenacapavir podría ser la herramienta que necesitamos para controlar las nuevas infecciones, pero solo si tiene un precio accesible”, declaró Winnie Byanyima, subsecretaria general de la ONU.
Por ahora, el mundo espera que este avance científico no quede reservado solo para quienes pueden pagarlo. El VIH sigue siendo una amenaza global, y una posible solución no debería depender del código postal.
Con información de DW