A 16 años del incendio en la Guardería ABC de Hermosillo, Sonora, que cobró la vida de 49 niñas y niños, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo se pronunció sobre el caso, atribuyendo la tragedia a un modelo de corrupción derivado de la política de privatización impulsada por gobiernos neoliberales.
Durante una conferencia, Sheinbaum expresó su solidaridad con las familias afectadas y destacó la participación de las víctimas en el rediseño de los nuevos Centros de Educación y Cuidado Infantil del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Subrayó que el enfoque de subrogar servicios públicos a empresas privadas demostró ser fallido y peligroso.
“Siempre nuestra solidaridad y nuestro acompañamiento con las víctimas. Zoé Robledo, director del IMSS, ha estado muy de cerca con este tema. Incluso las familias nos ayudaron a validar el diseño de los nuevos centros de cuidado infantil. Esta idea neoliberal de que lo público era malo, y lo privado bueno, mostró en el caso de la guardería ABC, lamentablemente, que no necesariamente”, señaló.
La presidenta criticó con firmeza la política de subrogación que, aseguró, prevaleció en el pasado y permitió que servicios esenciales fueran operados sin el debido control estatal. “Esta idea de subrogar todo, de privatizar todo, porque supuestamente era mejor, mostró que no es cierto”, apuntó. Aclaró que, aunque se modificaron normas relacionadas con protección civil y subrogación, muchas de esas disposiciones aún provienen de administraciones anteriores.
Sheinbaum reiteró que su gobierno busca fortalecer la capacidad del IMSS como institución pública, retomando el control directo sobre servicios como el cuidado y la educación de la primera infancia, con el fin de evitar tragedias como la ocurrida en Hermosillo el 5 de junio de 2009.
“Estamos dándole la vuelta. Se trata de recuperar la capacidad del IMSS como institución pública para dar este servicio, y no regresar a la privatización que llevó a corrupción y, lamentablemente, a esta tragedia”, enfatizó.
Finalmente, la mandataria reconoció el trabajo de quienes han impulsado los cambios en este tema, destacando a Zoé Robledo como un actor clave: “Ya no solo hablamos del caso de las víctimas, sino también de los héroes anónimos que han trabajado para transformar esto. Y tienen nombre: está Zoé (Robledo)”.
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El caso de la Guardería ABC continúa siendo uno de los episodios más dolorosos y emblemáticos en la memoria reciente del país, y sigue generando cuestionamientos sobre la responsabilidad del Estado en la supervisión de servicios esenciales para la niñez.