Hermosillo, Sonora.- Con una gran pasión por dibujar y pintar, Dilbert Ojeda Ibarra, de 11 años, ganó el concurso XLVII del El Niño y la Mar, organizado año con año en la Secretaría de Marina (Semar), y para Proyecto Puente habló sobre su inspiración y anhelos para el futuro.
El menor hermosillense describió que el dibujo con el cual logró que una de sus obras permaneciera en instalaciones de la Semar está inspirada en los efectos de los desperdicios en la fauna oceánica.
“Lo primero que hago cuando dibujo o pinto es pensar en que voy a hacer, me puedo estar en la hoja durante un rato, sin ideas, a veces hago garabatos y veo que le puedo hacer encima, hasta tener una idea clara”, explicó.

El joven artista destacó que la mayoría de las veces prefiere pintar, pues puede pasar mucho tiempo sin que se le ocurra algo, y es cuando se imagina una figura que inmediatamente pone el lápiz sobre el papel.
“Cuando me acuerdo de algo es cuando me pongo a dibujar, de hecho les pinté una pared, también estuve en el primer concurso de dibujo del estado, y en un concurso que tenía el tema de donación de órganos”, platicó.

Dilbert compartió que el dibujo y la pintura son dos aspectos que trabaja por separado, pues aunque tiene un pulso firme y trazos exactos, lo que más le gusta es pintar.
“A veces me gusta dibujar animales como si fueran Pokémon, y la mayoría de las veces me dicen que están muy padres, entonces por eso me gusta seguir haciéndolo”, externo.
El ganador del concurso comentó que ha tenido la oportunidad de hacer animaciones, y que estas le han motivado a que sus dibujos se conviertan también en una serie o un proyecto animado, pues le gustaría ver a sus personajes cobrar vida.

Asimismo, participó en el primero concurso de dibujo del Estado de Sonora con una obra inspirada en el trasplante y donación de órganos, con la cual invita a reflexionar sobre la importancia de la salud.
Ojeda Ibarra destacó su convicción por seguir dibujando y aprendiendo más sobre esta disciplina artística que lo ha ayudado a encontrar un refugio para sus más alocadas ideas.

También invitó a todas esas personas, niños y adultos, que tengan el gusto por pintar o dibujar, a perseguir sus sueños sin que les importe lo que los demás opinen sobre sus obras, y hagan lo que les satisfaga.