Hermosillo, Sonora.- La rehabilitación de personas adictas a las drogas en Sonora está controlada por la iniciativa privada, ya que existen 167 anexos particulares frente a solo 16 centros de rehabilitación públicos, mismos que están distribuidos en solo nueve municipios de la entidad.
Según información de la Secretaría de Salud Pública de Sonora (SSA) y IMSS-Bienestar, tras el proceso de transferencia de los servicios de SSA a la nueva plataforma IMSS-Bienestar, en la entidad operan dos dos hospitales psiquiátricos con atención a personas que quieren desintoxicarse, que son la Cruz del Norte y el ‘Carlos Nava Muñoz’, (los cuales se encuentran en Hermosillo).

Además, en el estado hay otras cuatro unidades de desintoxicación, así como 11 Centros Comunitarios de Salud Mental y Adicciones (Cecosama), distribuidos en nueve municipios.

José Luis Alomía Zegarra, secretario de Salud Pública en Sonora, explicó que para dar atención y coordinar los servicios que se brindan por parte de la dependencia, se divide a los centros de rehabilitación en dos grupos: los gubernamentales, que son los operados por las instituciones de salud pública, y los que ofrecen un servicio privado.
“Todo lo que es ahora la atención médica, y por lo tanto la atención de rehabilitación de las adicciones o la atención a las mismas, se está haciendo una sinergia con IMSS bienestar con la aplicación de recursos federales para mantener la operación e incrementar el acceso a este tipo de servicio, y ya tienen proyectos desarrollados desde la medicina institucional para poder incrementar la oferta de espacios”, detalló.
El funcionario estatal expuso que, de los más de 160 centros de rehabilitación en toda la entidad, se subdividen en los que cumplen con el certificado de del Consejo Nacional Contra Adicciones, a través de la Dirección General Salud Mental.
“La dependencia federal manda representantes que hacen la certificación, la cual al año 2024, consiguieron 16 residencias para la desintoxicación, que además de generar ciertos estándares de calidad y de mejora, les permite también tener acceso a recursos del Gobierno Estatal, que maneja los recursos que provienen de los impuestos a los casinos”, mencionó.
Por su parte, José Luis Garibaldi Zamora, titular de Dirección General de Salud Mental y Adicciones de la SSA, advirtió que para los centros de rehabilitación hay espacio para cuatro personas por recámara y en cada recámara se debe contar con un mueble para guardar sus artículos personales.
“Debe de haber un baño en cada cuarto, y deben de contar con áreas que lleven sus respectivos señalamientos de salida, emergencias, entre otros, a través de Coesprisson que se determina que cada persona debe tener su cama y por lo menos un baño por cada ocho personas”, agregó.
El servidor público destacó que la Dirección a su cargo, en colaboración con Coesprisson, realiza de manera continua supervisiones y recorridos de vigilancia a los establecimientos donde se llevan a cabo procesos de desintoxicación para que puedan preservar su certificado de funcionamiento.
“Si se ven prácticas violatorias, en donde por las condiciones que tienen en la unidad o por el comportamientos de los elementos que ahí laboran, se pone la integridad de los internos en riesgo, se les retira su aviso de funcionamiento, de tal manera que continuamente estamos supervisando estos establecimientos residenciales”, recalcó.
Garibaldi Zamora contó que, cuando una persona presenta un problema de adicción o de consumo de sustancias ilegales, pone en riesgo su integridad así como la de los demás, por lo cual se estipuló en la Norma 028, en su fracción 2, en la y la 5, que se permite la contención involuntaria.
“Al mismo tiempo siempre que se ejerce esta contención existe un documento emitido por el ministerio público donde avala, que por su perturbación mental, se puede ejercer una contención, para no poner en riesgo la integridad de la misma persona como de sus familiares”, detalló.
El director de Salud Mental y Adicciones enfatizó que el servicio de traslados es responsabilidad de los centros de rehabilitación, por lo cual recomiendan también solicitar el apoyo de personal de seguridad pública.
En un recorrido de Proyecto Puente por cuatro centros de desintoxicación para personas con adicciones en Hermosillo, Sonora, se pudo observar y apreciar el proceso por el cual pasan las personas en rehabilitación, pero también las condiciones bajo las cuales se ven inmersos.
Desde cuartos especiales para confinar a la personas contra su voluntad, espacios reducidos y comunitarios, donde se realizan las diversas actividades, como ejercicios, visitas de familiares, la comida para los internos, charlas, y demás.

Al llegar a cada uno de los centros de rehabilitación se pudo percibir de inmediato una sensación pesada, entre cansancio y desesperación, que se junta con una carga de ansiedad, devenida del dolor producido por el Síndrome de Abstinencia por el cristal, la heroína, y hasta en algunos casos el fentanilo.
En los espacios que conforman los distintos lugares a los cuales se pudo tener acceso se vio como son adaptados cada uno a las necesidades que se van requiriendo, como áreas de atención y revisión médica, cocinas, áreas de recreación, e incluso zonas de confinamiento.

Dadas las condiciones en las que ingresan algunas personas a estas áreas residenciales para la rehabilitación, sus encargados adecuan las áreas con mecanismos de contención, como son candados, rejas en ventanas, puertas dobles, entre otros, que sirven para la seguridad de las personas que se hallan bajo los efectos del Síndrome de Abstinencia.
Fernanda Bejarano, creadora de la clínica de desintoxicación ‘El Fénix 360°’, platicó que ellos ofrecen un servicio personalizado por cada usuario que se alberga en sus instalaciones, con un enfoque holístico y emocional, aunado a una rehabilitación física.
“Cada clínica, cada institución trabaja de forma diferente. Primero buscamos la desintoxicación, porque si el paciente se encuentra con algo en su sistema no se puede trabajar de una manera completa y como se quiere terapéuticamente”, precisó.
Juan David López Campaña, fundador del centro de rehabilitación ‘Nueva Esperanza’, comentó que en lo que respecta a sus instalaciones pasó por un proceso de certificación en el cual se incluyeron varios requerimientos legales para poder expedir su Aviso de Funcionamiento.
“Coesprisson es quien te da los requisitos para tu Aviso de Funcionamiento, es llevar un representante legal, un acta constitutiva, el RFC; en el acta constitutiva, pues se hace en una notaría y de ahí te vas a una institución encargada de sintetizar lo que es la Norma 028, qué es la que regula el tratamiento en las adicciones”, puntualizó.
Cabe destacar que estas dos clínicas, Nueva Esperanza, como en El Fénix 360°, contaban con sistemas de monitoreo por videovigilancia que permiten la supervisión de los pacientes en las diferentes áreas donde residen.
