Este término ‘día cero’ se utiliza para describir el momento en el que una región o ciudad se queda sin agua potable suficiente para el consumo diario. En este contexto, los sistemas de abastecimiento de agua colapsan, y se debe racionar el acceso al líquido vital.
El concepto del ‘Día Cero’ ya ha puesto en alerta a las autoridades mexicanas. En 2024, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) advirtió que el 26 de junio de ese año sería una fecha clave, ya que los niveles de las presas del Sistema Cutzamala, que abastecen al Valle de México, podrían caer a niveles tan bajos que sería imposible asegurar el suministro de agua. Afortunadamente, las lluvias intensas que llegaron a la Ciudad de México y otras regiones del país ayudaron a aliviar esta situación extrema, pero la amenaza sigue latente.
En 2024, según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), la ola de calor de 2025 podría comenzar a finales de marzo o principios de abril, trayendo temperaturas que superarían los 45 grados centígrados. La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha señalado que existe un 60% de probabilidad de que este año sea más caluroso que los cinco años previos, lo que empeoraría aún más la situación del agua en varias entidades.
Los estados más vulnerables a esta ola de calor y sequía incluyen:
- Chihuahua
- Sonora
- Sinaloa
- Durango
- Coahuila
La ONU ha advertido que, de continuar con la tendencia actual, la Ciudad de México podría enfrentar su ‘Día Cero’ en 2028. Es decir, a tan solo tres años de quedarnos sin agua suficiente para el consumo diario. Esta perspectiva alarmante pone en evidencia la necesidad urgente de tomar medidas preventivas y correctivas para evitar una crisis hídrica aún más grave.
Afortunadamente, los expertos coinciden en que, aunque la situación es crítica, aún es posible revertir este pronóstico si se implementan acciones concretas desde ahora. La UNAM resalta las medidas que se pueden adoptar, tales medidas son:
- Cambiar los hábitos de consumo de agua.
- Ser conscientes del gasto personal de agua y reducir el desperdicio.
- Implementar políticas que graben el uso industrial del agua con tarifas justas.
- Reparar tuberías y llaves con fugas.
- Instalar sistemas de captación de agua de lluvia.
- Fomentar la reforestación para aprovechar mejor el agua pluvial y disminuir la contaminación.
- Rehabilitar pozos de agua.