El tráfico de drogas como el fentanilo y la metanfetamina en Estados Unidos está comandada por dos organizaciones criminales mexicanas: El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa.
Según la información de Evaluación Nacional de la Amenaza de la Drogas 2024 de la DEA, ambos cárteles se han encargado de eliminar cualquier tipo de competencia en la nación norteamericana.
Además, han buscado la manera de extender su alcance y una de estas es a traves de redes sociales, pues, según un informe de la DEA, tratan de llegar con éstas a su nicho de mercado: los consumidores de sustancias sintéticas.
Estas plataformas son un sitio en el que pueden publicitar y vender drogas ilícitas en gran medida.
La manera en que operan, según detalla la DEA, es a través de un lenguaje de códigos o emoticones para conocer la disponibilidad de drogas y los clientes expresan su interés por comprarlas. Asimismo, se publican fotos, precios y ubicaciones de puntos de ventas.
Por otro lado, las redes son el medio para acordar entregas a través de aplicaciones de viajes; su servicio de mensajería abierta o encriptada permite establecer comunicación directa con socios y consumidores.
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Sin embargo, el uso de estos medios por parte del crimen organizado no se limita a la venta de los estupefacientes, sino que es mediante éstas que también se logra el reclutamiento de nuevos miembros en las filas de los grupos delictivos.
Además, la Evaluación Nacional de la Amenaza de las Drogas 2024 detalló que por plataformas y aplicaciones se intimida o amenaza a rivales criminales.
‘Las redes sociales expulsan gran parte del tráfico de drogas de las calles, protegiendo a los traficantes de la atención de las fuerzas del orden’, indica.
El CJNG y el Cártel de Sinaloa están señalados por la DEA como las organizaciones más peligrosas y las responsables de la peor crisis de drogas en la historia de Estados Unidos. La rentabilidad que tiene el mercado de fentanilo y metanfetamina se debe al bajo costo de producción a gran escala.
‘La metanfetamina cristalina vendida por los cárteles es más potente y barata que en cualquier otro momento de la última década’, asegura.