Hermosillo, Sonora.- Denise Rodríguez tiene distrofia muscular, pero eso no la ha detenido para lograr obtener medallas de oro y plata en juegos paranacionales ni para inscribirse en la carrera de Ingeniería en Sistemas en la Universidad de Sonora (Unison).
Denise Rodríguez Andrade es una joven de 17 años que desde los 9 sufre distrofia muscular de Becker, un trastorno de origen genético que consiste en una debilidad de las piernas y de la pelvis que empeora poco a poco.
Es originaria de Durango, pero a la edad de nueve años tuvo que venirse a vivir al estado a tomar terapias en CRIT Sonora.
Le han hecho dos cirugías de espalda entre 2018 y 2023, pero a pesar de ello, ha practicado boccia, un deporte diseñado para personas con discapacidad, inspirado en el juego de origen italiano bocce o bochas y aceptado como deporte paralímpico.
En 2019, su entrenador Carlos González le pidió ayuda para completar un equipo en los Paranacionales Conade en Colima. Aunque solo lo hacía como pasatiempo, no esperaba traerse una medalla de oro ni que cambiaría su vida.
En 2022 ganó una medalla de plata. En 2023 no pudo competir por cuestiones de salud, pero este año está decidida a dar su mejor esfuerzo, pues asegura que este deporte ha mejorado su calidad de vida.
“Me gusta mucho, es algo con lo que me relajo y me siento muy feliz. No lo he podido dejar y también porque me beneficia mucho a mi salud, es porque mi enfermedad genética, esta enfermedad hace que me vaya deteriorando un poco más rápido de mi salud y mis músculos, este deporte me ha mantenido en un estado de salud mejor que algunas personas que tienen esta enfermedad como yo”.
Denise ha podido superar sus límites, pues recientemente terminó la preparatoria en el Cecytes Sonora plantel Pueblitos y este 5 de agosto comenzará a estudiar Ingeniería en Sistemas Informáticos en la Universidad de Sonora (Unison), ya que siempre tuvo una afición por los sistemas.
Al convertirse en una nueva Búho, Denise tiene la ilusión de conocer a atletas que admira y son egresados del mismo alma mater, como Alejandra Valencia.
“Me siento muy feliz, espero yo también ser una medallista paralímpica y espero conocerlo también algún día junto con todos los que son grandes medallistas, para saber cómo se sienten a la hora de competir”.