Hermosillo, Sonora.- José Alfonso Yescas Moreno y su hijo mantienen viva la tradición de la apicultura en Hermosillo, pese a los retos y altibajos que la profesión actualmente enfrenta, además de que esperan poder legar sus conocimientos a nuevas generaciones de la familia.
El apicultor de 58 años, con 40 de experiencia, relató que inició en el oficio gracias a un tío suyo que lo instruyó en lo básico, para posteriormente trabajar dos décadas como empleado y después emprendió por su cuenta.
“Primeramente nos impulsó un tío a trabajar en las abejas y la apicultura, ya después de unos 20 años de trabajar para un patrón, comencé con mi propio negocio por mis hijos, pues mi niña estaba en una guardería y queríamos que estuviera más con nosotros, para eso mi esposa me alentó que le entrara a la apicultura”, recordó.
Por su parte, José Alfonso Yescas Nieto, de 32 años y licenciado en Historia, explicó que, por la necesidad de tener un sustento más seguro para él y su pareja, le dijo a su padre que él también quería emprender en el negocio, para lo cual le regaló 30 núcleos.
“Me empezaron a llevar al campo en la costa, más o menos cuando tenía unos 15 o 16 años, pero primeramente yo no quería, porque quién quiere que le estén picando las abejas a las 6:00 de la mañana, luego de una hora de viaje, ya cuando salí de la carrera y por encontrar algo más confiable, le empecé a entrar de lleno, pero ya después le fui agarrando cariño”, externó.
Yescas Moreno destacó que actualmente, el negocio de la apicultura se ve en una situación difícil debido a que la falta de lluvias, y consecuentemente de agua, complica la supervivencia de las abejas en cualquier sitio.
“El negocio hoy en día se basa más que nada buscar lugares donde poner las abejas, algún sitio en el que este mejor la colmena para que subsista, nosotros estamos en la costa, y ahí los cultivos que tienen de trigo, cártamo, garbanzo, entre otros, la abejita se mantiene un poco más”, detalló.
Yescas Nieto compartió que pese a las adversidades, el negocio familiar se mantiene creciendo gracias a su trabajo arduo y perseverante; sin embargo, se busca que el emprendimiento que su padre comenzó hace 20 años siga mejorando.
“Somos una empresa mediana, andamos en las 400 colmenas, entonces según la Sader (Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural) somos un mediano productor, entonces la idea es crecer un poquito más y seguir por ahí, actualmente el negocio de la apicultura no está en la miel, sino en la polinización, entonces es tratar de conseguir más clientes”, señaló.
Padre e hijo ponen su negocio a disposición de toda la gente interesada en adquirir alguno de sus productos o servicios.
Venden núcleos y colmenas, rescatan enjambres, además de ofrecer miel y cera, aunque la demanda ha disminuido.
“Creo que la meta es seguir creciendo un poquito más y conseguir clientes sólidos para conseguir ese crecimiento que necesitamos realmente, porque cosecha de miel este año no hubo en Hermosillo, no sé si en todo Sonora, pero aquí sí no hubo floración”, expuso.
En caso de avistar una abeja o enjambre o tener alguna situación con ellos, pueden comunicarse a los números: 6621455438 o al 6621674021, donde padre e hijo estarán recibiendo reportes para ayudar a reubicarlos.
Algunas recomendaciones que dan para quienes observen muchas abejas es que no las maten, ni hablen a Bomberos, sino comunicarse con profesionales, quienes pueden realizar el trabajo sin dañar a las especies.
Para ayudar a las abejas en su migración a formar un nuevo enjambre, solo hay que ponerles un plato con agua y dentro piedritas o canicas para que se paren sobre ellas, de esta forma se cargan de energías para continuar el viaje.
Cabe destacar que la Asamblea General de la ONU aprobó la propuesta de la FAO para celebrar el Día Mundial de las Abejas cada 20 de mayo; con ello se contribuye a atraer la atención sobre el papel esencial que desempeñan para mantener sanas a las personas y al planeta.