Hay una imprudencia desbordada de los liderazgos derrotados el 2 de junio –todos sin excepción– de continuar la marcha acelerada de cara al 2027 a pesar del trancazo en las elecciones 2024. Todavía no piden perdón, ni hablan con los electores que confiaron su voto y ya están pensando en la conformación de nuevos partidos políticos o heredar la dirigencia nacional de la oposición que sostuvo el registro.
No hay un mea culpa, ni reflexión. Es como quien conduce un auto y a pesar de estamparse contra un muro de contención en vez de bajarse para auxiliar a las víctimas, pasar a revisión médica e inspeccionar los daños colaterales, sin importar su propia seguridad ni la de los demás, vuelve a meter el acelerador a fondo sin saber siquiera de la condición de su auto con riesgo a destartalarse en la próxima curva.
Lo digo porque después de platicar con activistas de la Marea Rosa que anunciaron una nueva movilización el 6 de junio, autoridades nacionales del PRD y de los partidos Encuentro Social y Redes Sociales Progresistas, estos últimos dos que sirvieron como aliados estatales del Frente que postuló a Xóchitl Gálvez, en lo único que piensan es en organizar las próximas asambleas en 20 estados con tres mil personas para obtener un nuevo registro del INE.
Lo mismo hacen los dirigentes del PRI y PAN al buscar ampliar su mandato pensando en la reelección o en heredar el cargo a un incondicional suyo. El poder les ciega y les ensordece porque siguen sin ver ni oír a la gente. Solo son ellos y trabajan para ellos. Quieren alargar su vida de privilegios los que negocian notarías, direcciones académicas, magistraturas y seguir sirviéndose de la administración pública.
Con estos personajes se augura una larga vida para la 4T. Ya vimos que al igual que López Obrador, la propia presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, mantiene la línea de hablarle a sus electores, no a los mercados financieros.
Hay del otro lado, quienes con una pizca de recato propone no buscar la creación de tres o cuatro partidos rumbo al próximo proceso como se piensa aún en medio de la cruda electoral porque saben que les va a suceder el efecto Hugo Erick, quien creó dos veces el Partido Encuentro Social a nivel nacional sin sostener el registro.
Otros piden conformar un solo partido para aglutinarse y buscar a los candidatos entre la sociedad civil que tendrían que sacrificarse para las intermedias como lo hizo Movimiento Ciudadano con más del 90 por ciento de sus abanderados para los más de 20 mil puestos de elección popular. Cualquiera de las dos alternativas es imprudente. Tienen que hablar con la sociedad antes que nada y dar una explicación en lugar de andar repartiéndose culpas. No entienden que hagan lo que hagan si no actúan en beneficio de la gente difícilmente tendrán un papel relevante y otros de plano van a quedar fuera del sistema político porque ya cambió.
UPPERCUT: Marko Cortés, Alito Moreno, Xóchitl Gálvez, Jesús Zambrano y muchos más cuándo van a hacer público su mea culpa y ofrecer perdón.
POR ALEJANDRO SÁNCHEZ
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