Javier Milei prohibió el martes el uso del lenguaje inclusivo en los documentos de la administración pública del gobierno de Argentina.
El portavoz presidencial, Manuel Adorni, anunció que la administración “inició las actuaciones” para terminar con la práctica adoptada por Alberto Fernández.
“No se va poder usar la letra e, la arroba, la x y evitar la innecesaria inclusión del femenino en todos los documentos de la administración pública”, precisó el funcionario.
Antes de llegar a la presidencia en diciembre, Milei, llamaba a dar la batalla cultural contra el adoctrinamiento del marxismo al que considera responsable de haber acuñado el lenguaje inclusivo, la “ideología de género” y la “agenda ecologista”.
Agregó que el gobierno no está dispuesto a dar un debate sobre el uso del lenguaje, y defendió que la gramática de lengua castellana representa a todos los sectores.
Además, puntualizó que la medida supone extender la decisión que tomó el Ministerio de Defensa en su documentación oficial.
Una orden firmada por el ministro de Defensa, Luis Petri, publicada la víspera sostiene que “deberá emplearse el idioma castellano” bajo los términos y reglas fijados por la Real Academia Española (RAE).
Según la nueva normativa, fórmulas como “sargenta” o “caba” no estarán permitidas, ni tampoco términos para referirse a identidades no binarias como “soldadxs” o “soldades”.
En la región Argentina fue un país pionero en el uso de ese lenguaje, que algunas universidades habilitaron desde 2017.
Fernández lo utilizó públicamente en varias ocasiones. “Vamos poquito a poquito haciendo posible lo que parecía imposible.
El ideal va a ser cuando todos y todas seamos todes y a nadie le importe el sexo de la gente”, dijo en una ocasión.
En 2021, el entonces mandatario argentino anunció la puesta en marcha del documento nacional de identidad para personas no binarias.
El gobierno de Milei ha anunciado algunas medidas polémicas en los últimos días referidas al ámbito social: la semana pasada dispuso el desmantelamiento del Instituto Nacional contra la Discriminación por entender que era un gasto innecesario.
Con información de La Jornada