Hermosillo, Sonora.- Mujeres de “cuerpo gordo” en Hermosillo se sienten tristes, avergonzadas y discriminadas por su familia, en especial sus madres, quienes las obligan a ponerse a dieta y hacer ejercicio, revela estudio del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD).
La investigación es una tesis de maestría en Desarrollo Regional titulada “Estigmatización y respuesta emocional en mujeres con corporalidades gordas”, realizada por Dulce Marina Wakida Murillo, bajo la dirección de Juana María Meléndez Torres, profesora del organismo.
En este proyecto analizaron cómo afecta la estigmatización de la gordura en la vida de las mujeres con este tipo de cuerpos y cuál es su respuesta emocional al vivir en Hermosillo.
Los juicios morales del ámbito biomédico, de la moda y medios de comunicación, consideran a las personas delgadas como bellas, sanas, disciplinadas, que “hacen bien las cosas”, y “se quieren a sí mismas”, mientras que las que tienen “cuerpos gordos” están enfermas, son feas, “les falta voluntad”, son perezosas, tienen poca autoestima, entre otras creencias.
Por lo anterior se produce un rechazo hacia las personas con “cuerpos gordos”, y se les culpabiliza por su condición, lo que puede provocar que sean discriminadas, estigmatización y hasta violencia.
Dulce Marina entrevistó a 16 mujeres que se consideraban a sí mismas como gordas, entre 18 y 55 años de edad, de clases sociales media y baja.
Las entrevistadas comentaron que experimentan una gran presión social por la apariencia corporal; en su mayoría se sienten insatisfechas con su propio cuerpo y buscan por diversos medios lograr ser delgadas.
Este efecto la mayoría de las mujeres lo vive desde la infancia en el hogar, siendo la familia directa, principalmente la madre, quien presiona más y emite comentarios como “¡no comas tanto, ponte a dieta!”, “a las gordas nadie las quiere”, “no inspiran respeto”, “si sigues engordando no vas a encontrar ropa de tu talla”.
Estos comentarios que siempre van arropados bajo la premisa del amor: “te lo digo porque te quiero” o “no quiero que sufras lo mismo que yo”
Dentro de esos espacios de discriminación, además del hogar, las mujeres refieren que están los espacios de salud donde los médicos las culpabilizan con frases como “estás gorda y esa es la razón de tus malestares”.
También son rechazadas en tiendas de ropa donde las personas encargadas o clientes se burlan con preguntas como “¿cree que va a caber en esa prenda?”, así como en las oportunidades de trabajo, donde no las consideran por incumplir con el estereotipo corporal, independientemente de sus capacidades y habilidades.
En el ámbito universitario, las participantes de este estudio mencionaron que hay docentes que reprueban a las estudiantes para “hacerles el favor”, pues nadie las va contratar por su condición de gordura.
¿Cómo les afecta emocionalmente a las mujeres de Hermosillo?
Sus malas experiencias las llevan a sentir emociones como tristeza por ser rechazada, culpa por no ser capaz de ser delgada, por no poder mantener un régimen alimenticio adecuado o no hacer suficiente ejercicio, y por decepcionar a los demás.
Además experimentan vergüenza por sentirse vistas y rechazadas por los otros, así como ansiedad, enojo, frustración, coraje y hasta miedo a engordar o a volver a ser gorda en el caso de haber logrado bajar de peso.
Al sentir estas emociones como respuesta a su condición corporal y al rechazo de los demás, hace que prevalezcan las prácticas de riesgo para alcanzar “el cuerpo ideal”, y se someten a una gran cantidad de dietas, consumo de “productos milagro” y medicamentos sin prescripción médica con gran cantidad de efectos secundarios.
Sometimiento a cirugías sin importar las consecuencias y otro tipo de prácticas en torno a lograr la delgadez muchas veces van en contra de la salud física y emocional de las mujeres, resaltó la investigadora.
Otras mujeres que se sienten cansadas por “siempre estar en el intento de perder peso”, empiezan a preguntarse y a valorar otras cuestiones como la aceptación de vivir en ese cuerpo, cuidarlo, agradecerlo, y buscar la salud física, mental y emocional que les permita realizar sus actividades diarias de manera funcional, sin dolor y sin cansancio.
“Llegan a una autoaceptación de su propio cuerpo y luchan contra los discursos que promueven la delgadez como el ideal corporal, y que estigmatizan la gordura”, dice la tesis.
La investigación, sugiere abordar este tema como un problema ligado a la salud física, emocional y mental, para disminuir y eventualmente eliminar la discriminación, estigmatización y violencia hacia los cuerpos gordos.
Aquí el estudio completo La estigmatizacion de la gordura: la experiencia de un grupo de mujeres con “cuerpo gordo”