En la última semana, más de 100 delfines de dos especies fueron localizados muertos en el Amazonas, al parecer por el calor, contaminación y una sequía histórica en Brasil.
Al menos 70 cuerpos de mamíferos salieron a la superficie el jueves, cuando la temperatura del río alcanzó los 39°C.
Un grupo de especialistas en Biología investigan para determinar si una biotoxina originó las altas temperaturas en la región amazónica.
La cifra incluye al delfín rosado y tucuxis, ambos animales en peligro de extinción.