Juan Pablo Medina reveló que su cuerpo le dio síntomas de que algo estaba mal en su salud previo al infarto silencioso que terminó en una trombosis para el actor y después le amputaron una de sus piernas.
“Muchas señales que no las quieres ver. Yo tuve varias: se me dormía un poco el pie, jugando futbol se me durmieron las piernas, me salí y al mismo tiempo volví a entrar, de necio, se me volvieron a dormir, no fui al hospital.
Pensé que era como un pellizco en la espalda. Yo no le di en ese momento la importancia”, le dijo a Adela Micha en su programa en YouTube La Saga.
Asimismo, Medina le agradeció a su papá por “estar aquí” ya que cuando se sintió mal en un set de filmación él lo aconsejó. “
Me iban a llevar a un hospital, el más cercano, y dije ‘a mí me tienes que llevar al Ángeles del Pedregal’. Le hablé a mi papá y le dije: ‘Sí me siento muy mal’ y me dijo: ‘Vente para acá’.
Él hizo un grupo muy bueno y me atendieron, lo que descubrieron que yo tenía era muy grave. Ni siquiera de las piernas, era de la panza”, agregó.
Pese a que estuvo concentrado en no decaer emocionalmente, al principio le costó hasta que “algo sucedió”, pues refiere que “me abrí a entender, a perdonar, a la pérdida.
Me he vuelto mucho más sensible, vulnerable a mí, escucharme un poco más a mí y eso te lleva un poco a llorar”.
Información de El Financiero