Aun cuando suene mágico, milagroso y algunas veces sin sustento, “Vive como si lo que deseas ya existiese” es una frase que se utiliza en Programación Neurolinguística, herramienta que lleva a la persona a asumir la sensación del deseo cumplido.
¿Cuánta seguridad se ocupa para generar la sensación que te da el lograr un deseo que aún está en el imaginario?
Existen en las personas tantas historias con aspectos que pueden limitar o impulsar su desarrollo hacia la trascendencia. Vivencias que van quedando ancladas en algunas ocasiones como miedos, frustraciones, desesperanzas, desconfianza, entre otros más, que detienen a la persona y le impiden lograr lo que desea y quiere en su vida.
Pero ¿es lo que más se desea? Porque también puede suceder que ‘crea’, que ‘diga’, sin tomar verdadera consciencia, ni construir para lograrlo.
Dice Paulo Coelho que es muy importante prestar atención al camino, ya que es el que nos enseña la mejor forma de llegar y nos enriquece mientras lo estamos cruzando.
Ahora bien, se puede llegar a pensar y creer que se quiere algo, pero encontrarse un pensamiento más profundo y menos consciente que envía una señal contraria, incluso con acciones que alejan aún más a la persona de lo que según ella desea o quiere.
Mas ¿qué tan grande y poderoso es tu deseo? ¿Y qué tan fuerte y consistente? Como para resistir las embestidas que a veces se presentan en la vida.
Sin duda, se puede creer que caminamos con mucha firmeza y en el primer ventarrón nos doblamos.
Así como cada día barremos la casa, así ocupamos barrer y limpiar el software donde están instalados nuestros pensamientos, tomando consciencia de cuáles son los que vibran en armonía con lo que verdaderamente deseamos.
Son, pues, los pensamientos los principales impulsores del logro de nuestros objetivos y metas.