Bajo el marco de un aumento de llegadas de migrantes indocumentados a la frontera sur de Estados Unidos, el Papa Francisco hizo una llamado a los países del mundo para gestionar de la mejor manera posible las oleadas de migrantes, así como aplicar los canales para su circulación segura y regular.
El líder de la iglesia católica hizo estas declaraciones en su mensaje durante la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado convocada por el Dicasterio, que en la edición de este año lleva el nombre “Libres de elegir si migrar o quedarse”.
Convocó al “trabajo común” de todas las naciones, para eliminar las causas de la migración forzada, donde los países de origen apliquen una política “transparente, honesta y con amplitud de miras”, y que los países destino eviten cualquier forma de “colonialismo económico” que explote los recursos de los países más pobres.
“Es un esfuerzo que comienza por preguntarnos qué podemos hacer, pero también qué debemos dejar de hacer. Debemos esforzarnos por detener la carrera de armamentos, el colonialismo económico, la usurpación de los recursos ajenos, la devastación de nuestra casa común”, sostuvo el Santo Padre.
Entre las causas más visibles para la migración forzada en la actualidad, mencionó “las persecuciones, las guerras, los fenómenos atmosféricos y la miseria”, los cuales a su vez producen “pobreza, miedo y desesperación” entre las personas que migran.
Admitió que los países de origen son los principales responsables para asegurar que la migración sea una decisión realmente libre. Sin embargos, estos “han de estar en condiciones de realizar tal cosa sin ser despojados de los propios recursos naturales y humanos, y sin injerencias externas dirigidas a favorecer los intereses de unos pocos”.