La red de corrupción y complicidades tejida por Genaro García Luna y funcionarios del Gobierno mexicano no termina de desenmarañar.
Nueva documentación obtenida por EL PAÍS demuestra que el secretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón hizo un negocio redondo con equipo de espionaje para la Procuraduría General de la República (PGR, ahora Fiscalía) durante la Administración del priista Enrique Peña Nieto.
La PGR, entonces encabezada por Jesús Murillo Karam, compró una plataforma de intervención telefónica a una empresa ligada al exfuncionario, y luego contrató a otra compañía de su red corrupta para dar mantenimiento a dicho equipo.
El exfuncionario, que ya fue declarado culpable de narcotráfico y delincuencia organizada en febrero pasado en Nueva York, es acusado por la Administración de Andrés Manuel López Obrador en un tribunal de Florida por el desfalco de cientos de millones de pesos del erario a través de numerosas contrataciones entre sus empresas y dependencias públicas.
Sin embargo, ningún contrato suscrito por la Procuraduría fue incluido en la demanda de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) en Estados Unidos contra el antiguo jefe de la Policía Federal, que amasó más de cinco millones de pesos (alrededor 250.000 dólares) gracias a dos adjudicaciones directas.
Un contrato inédito hasta hoy señala que el exfuncionario usó sus influencias para que la Fiscalía comprara primero el equipo de vigilancia telefónica NiceTrack a la compañía israelí NICE Systems Ltd., que pertenecía a sus testaferros de la familia Weinberg.
Y después, el 19 de noviembre de 2013, para que la dependencia contratara a otra empresa de la que García Luna era beneficiario final, Nunvav Inc., para dar mantenimiento a los aparatos de espionaje comprados por la PGR a sus socios.
La plataforma, argumentaba la institución comandada por Murillo Karam, tenía “toda la carga de intervención de comunicaciones privadas de telefonía fija y móviles” de la Procuraduría.
Para el Ministerio Público, la firma del contrato por más de 2,5 millones de pesos respondía a “necesidades urgentes”, manera de justificar que se haya contratado directamente a la empresa de García Luna sin concurso ni licitación.
“Es de suma importancia contar con la póliza integral del servicio de soporte y mantenimiento”, se lee en el documento confidencial y reservado por motivos de seguridad nacional durante años.
“El proveedor (…) se obliga ante la Procuraduría a mantener la más absoluta confidencialidad, y a no divulgar o revelar a persona física o moral de forma parcial o total, la información derivada del presente contrato”, se lee en el contrato archivado bajo el folio PGR/AD/CN/SERV/159/2013.
A cambio del dinero, la empresa se comprometió a prestar el servicio, así como a proveer los materiales y la mano de obra necesarios.
Nunvav era una compañía creada en Panamá en octubre de 2005 y es la principal señalada por la red de corrupción gubernamental atribuida a García Luna por la UIF, el brazo contra los delitos financieros de la Secretaría de Hacienda.
NICE Systems Ltd era titular de la patente tecnológica del sistema NiceTrack Location Tracking BE Solution, nombre del equipo de espionaje.
A su vez, Nunvav tenía desde abril de 2013 una carta que lo acreditaba como representante exclusivo de la empresa de los Weinberg en México.
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