Hermosillo, Sonora.- Mario Alejandro Moreno Castro es un escultor de Navojoa y busca transformar su entorno por medio del arte.
El artista es conocido por tallar una escultura con las imágenes representativas de las etnias de Sonora en un eucalipto seco donde era el Parque La Sauceda.
Mario compartió en entrevista para Proyecto Puente que los artistas plásticos son recolectores de símbolos con la responsabilidad de aprender a manejarlos y conocerlos.
“La escultura es un claro ejemplo de que al manejar esos códigos hacia el futuro nos pueden hablar mediante piezas históricas y enseñarnos algo.
Por ejemplo la Coatlicue Hispánica o el Sol Azteca que se encontraron, todos esos símbolos hechos en piedra no estaban pensados para el presente, si no para que viajaran en el tiempo con los materiales que usaron, como la piedra volcánica”, explicó.
Mario egresó de la licenciatura en Artes Plásticas de la Universidad de Sonora (Unison) en el 2012 y tiene una década desempeñando su oficio.
“Antes de terminar la carrera empecé a trabajar ayudando a un maestro, Dario Ruíz, él me vio ganas y me incitó a hacer otros trabajos fuera de la escuela junto con él y de ahí le empecé a agarrar gusto, no solamente a esculpir, si no a tratar de vivir de ello también, vi que sí se podía, que es difícil, pero sí se puede”, relató
Moreno Castro señaló que su profesión no se limita sólo a crear piezas artísticas, pues gracias a que sabe de herrería, uso de cemento, entre otras técnicas, sigue subsistiendo de su oficio, pero continúa aprendiendo nuevas formas de vivir de las artes plásticas.
UN NIÑO QUE DIBUJA SONRIENTE
El navojoense aseguró que viene de una familia creativa: a su madre, por ejemplo, le gustaba la pintura y a sus hermanos el dibujo, la música e investigaciones científicas.
“Era muy estimulante vivir con ellos. Mis hermanos son mayores que yo, uno aparte toca música, siempre estaban ellos sin darse cuenta alimentándome de cultura, a mi hermana le gustaba mucho escribir y siempre estaba investigando cosas, eso hizo que me enrollara también y comenzará a dibujar”, explicó.
Mario, cuando terminó la preparatoria y comenzó a buscar una carrera, encontró en el 2008 con la licenciatura en Artes Plásticas de la Unison, donde la educación y sus mentores expandieron su conocimiento cultural.
“La universidad me alimento mucho de cultura que yo no tenía, viniendo de Navojoa, que es una ciudad chica, pues aquí en Hermosillo, digamos que convergen varias personas de otras partes y me llenaron de conocimiento y eso me motivó quererlo sacar, a quererlo plasmar”, aseguró.
INTERVENCIÓN EN LA SAUCEDA
El sonorense ganó la convocatoria que lanzó el Consejo Estatal para la Concertación de la Obra Pública y la Asociación de Bosque Urbano para plasmar una imagen sobre las etnias de Sonora.
“Yo veo reflejado el interés de la gente por el arte en el momento que pasan por aquí y se detienen. Siempre me sorprende porque yo esperaría que solo vieran un árbol en el que están trabajando, pero casi siempre se detienen y emocionan, me dicen que les agrada que en Hermosillo se produzcan este tipo de trabajos”, expresó.
El escultor destacó que estas obras acercan más la cultura a las personas, ya que solo están en recintos cerrados dirigidas a otro público.
“La masa también tiene interés cultural, a lo mejor el problema es que a veces es inaccesible o no está en su entorno, entonces este tipo de proyectos hacen que se interesen las personas de a pie”, afirmó.
En cuanto a los iconos y las figuras representadas en el eucalipto, Mario enfatizó que son arquetipos que como sonorenses todos están vinculados, pero a veces se desconocen.
“Creo que al ver algo que está en tu territorio desde hace años conectas más fácil con eso y estos símbolos son arquetipos que de antaño tienen las culturas de aquí de Sonora
Aparte, dicen que los monumentos públicos es lo que más valora de sí mismos, entonces poner una pieza en la urbe, en lo público, estas hablando que esa pieza, lo que representa es algo importante para la sociedad”, finalizó.