Hermosillo, Sonora.- “Hoy les voy a contar cómo creo que mi perro Dante decidió seguir al amor de mi vida cuando falleció, y cómo Dante se despidió de mí antes de irse… no podía creer que mi novio acababa de morir y días después mi perro también me dejaba”, compartió Víctor Coronado, propietario del café “Dante y Nova” en Hermosillo, a través de su cuenta de Twitter.
Este lugar guarda una sensible y tierna historia con un toque de tristeza, pues el propietario del negocio se inspiró en sus perros Dante y Nova para nombrar la cafetería; en el año 2022, Eliot, pareja de Víctor, falleció repentinamente y Dante decidió cuidarlo en el más allá.
Dante tenía 8 años y era un perro muy sano que nunca se enfermó y siempre tuvo mucha energía.
“Cuando Dante tenía 5 años, decidí regalarle a mi novio una perrita a quien llamó Nova. Nova era sus ojos, la adoraba, se la llevó a CDMX cuando se fue a vivir allá un año y la quiso muchísimo. Antes de regalarle a Nova a mi novio, él y Dante eran muy cercanos, Eliot lo consentía mucho y Dante era súper chipilón con él. Eran inseparables”, relató Víctor.
El día que Eliot falleció, los perros lo resintieron muchísimo, se acostaban y solo veían a Víctor llorar, quien trataba de ser fuerte por ellos, pero no podía. Hasta que un día se sentó con ellos, los acurrucó y les dijo que Eliot los quería mucho y que desde allá los iba a cuidar.
“Dante volteó a verme y literal vi como salían lágrimas de sus ojos, fue muy impresionante, era como si entendiera totalmente lo que yo le estaba diciendo”, aseguró el emprendedor.
Días después, cuando Víctor llegó a su casa después del trabajo, decidió sacar a pasear a los perros, y notó que Dante no podía caminar; asumió que tenía las patitas “dormidas” y lo sacó así. Pero al día siguiente empeoró, llamó a la veterinaria y le hicieron estudios.
“Para ello, lo habían anestesiado y le habían hecho rayos X. Cuando me lo entregaron estaba medio dormido, la veterinaria me dijo que estuviera pendiente de él y así lo hice. Al día siguiente me fui a trabajar y Dante estaba bien, le hice cariños y me despedí de él. Él me movió la cola y me fui contento porque lo había visto mucho mejor”, dijo Víctor sin saber lo que le esperaba al regresar a casa.
“Cuando regresé del trabajo como a medio día, encontré a Dante muerto. Se me había ido. Lloré tanto, no podía creer que mi novio acababa de morir y días después mi perro también me dejaba. Me dolía el alma entera”, tuiteó.
Le llamó a la veterinaria y ella presionó para que le enviaran los resultados, donde venía que Dante tenía muchas enfermedades, entre ellas anemia severa, el hígado y riñones dañados, erliquia canina y coccidioidomicosis.
La médica veterinaria Adriana Camacho, del Hospital Veterinario Artemisa y quien atendía a Dante, aseguró que a eso se le conoce como “muerte de tristeza”, ya que a los perros se les bajan tanto las defensas debido a su tristeza que se enferman de todo en cuestión de días.
“En ese momento lo entendí todo. Dante, mi perro, había decidido acompañar a Eliot en su otra vida para no dejarlo solo y Nova, que era el corazón de Eliot, se había quedado conmigo”, reflexionó Víctor.
Por su parte, la doctora Adriana detalló el cuadro clínico de Dante quien informó que en el lapso de 5 días, Dante falleció, por lo que ella no tuvo tiempo para diagnosticarlo y hacer algo al respecto.
Ahora, Víctor y Nova están más unidos que nunca, lo acompaña a todos lados y es el amor en su vida.
“Siento que una gran parte de Eliot vive en ella y me recuerda al gran amor que nos tuvimos. Hoy el dolor sigue más vivo que nunca. Perderlos me cambió la vida, dejaron un vacío que nunca nada ni nadie va a llenar pero en el fondo me da un poco de paz saber que donde sea que estén, en el cielo o en otro universo, están juntos. Los extraño y los amo con todo mi corazón”, finalizó Víctor en el hilo de Twitter.