La localidad bíblica de Belén se prepara para una feliz Navidad, como esperan sus habitantes, ante la previsión de que miles de personas visitarán el lugar donde nació Jesucristo, según la tradición, y que está en vías de recuperación tras la pandemia de coronavirus.
El turismo es el principal sostén económico de esta ciudad en Cisjordania ocupada y debido a la pandemia no hubo llegada de visitantes en los últimos dos años.
Este 2022 que está por terminar, los visitantes han regresado, los hoteles están llenos y las tiendas registran gran actividad por las celebraciones de fin de año.
“Estamos celebrando este año la Navidad en una manera muy diferente al año anterior”, dijo la ministra palestina de Turismo, Rula Maayah.
“Estamos celebrando la Navidad con los peregrinos provenientes de todo el mundo”, agregó.
Poco antes del mediodía ya se veía a multitudes dispersas mientras la policía y los negocios se preparaban para las festividades.
La policía erigía barreras en la plaza Manger, donde bandas de música desfilaban tocando tambores y gaitas.
Los turistas extranjeros recorrían la zona y se tomaban selfies frente al gran árbol de Navidad de la ciudad.
El patriarca latino Pierbattista Pizzaballa, el máximo clérigo católico romano en Tierra Santa, tenía previsto llegar desde la vecina Jerusalén para saludar a los devotos.
Después, celebraría la Misa de Gallo en la Iglesia de la Natividad, construida en el lugar donde nació Jesucristo, según el cristianismo.
Sin embargo, la realidad política actual no se apartó de la plaza Manger, donde había pancartas con retratos del prisionero palestino Nasser Abu Hamid.
El antiguo prisionero murió de cáncer la semana pasada en una clínica de una prisión israelí después de pasar 20 años tras las rejas como responsable de la muerte de siete israelíes.
Información de AP