Por Julio García G. / Periodista de Ciencia
Se dice que, mientras conversaba informalmente con otros científicos en un laboratorio en Estados Unidos en los años cincuenta, el físico de origen italiano Enrico Fermi planteó por primera vez una paradoja con el fin de explicar el hecho de por qué no hemos sido contactados por seres extraterrestres.
Una paradoja puede ser definida como un hecho, dicho o idea que es contraria a la lógica. Por lo tanto, la paradoja de Fermi afirma que existe una aparente contradicción sobre las estimaciones que dicen que hay una alta probabilidad de que haya otras civilizaciones en el universo con la ausencia de dichas civilizaciones.
En otras palabras, los astrónomos estiman que existe una alta probabilidad de que existan civilizaciones alienígenas a pesar de que éstas no han sido halladas. Por lo que la paradoja de Fermi justamente busca responder a la pregunta de: ¿Somos los seres humanos la única civilización avanzada en el universo?
Gracias al planteamiento de esta interrogante en torno a si estamos (o no) solos en el universo, desde hace algunas décadas han surgido proyectos de gran envergadura como el SETI, cuyo objetivo ha sido buscar -a través de ondas de radio, utilizando radiotelescopios como el de Arecibo, que desafortunadamente ya ha sido desmantelado- civilizaciones avanzadas que puedan estar “escuchando” nuestras señales radiofónicas. Hasta el momento, no hemos tenido suerte y absolutamente nada ni nadie ha hecho contacto.
No obstante, que civilizaciones de otros planetas no nos hayan contactado no significa necesariamente que los seres alienígenas no estén desperdigados por toda la galaxia. De hecho, hasta la fecha, se han encontrado ya más 5,000 planetas fuera de nuestro sistema solar, de los cuales algunos de ellos podrían ser potencialmente habitables.
¿Por qué no habría razones para pensar en que en alguno de ellos no solamente exista vida, sino vida inteligente?
Recientemente, acaba de aparecer un trabajo de investigación (aún tiene que pasar la revisión por pares, pero está próximo a ser publicado en la prestigiada revista Astrophysical Journal), que plantea una solución a la paradoja de Fermi.
Su autor es el astrofísico de la Universidad Hebrea de Jerusalén, Amri Wandel y, de acuerdo con su hipótesis, si en verdad la vida ha evolucionado en la galaxia -hasta llegar a ser tecnológicamente avanzada- entonces quizá los seres extraterrestres aún no nos han contactado porque no están interesados en la vida biológica que existe en nuestro planeta, por lo que estos seres tendrían un mayor interés en aquella vida que ha desarrollado tecnología verdaderamente avanzada, quizá más compleja de la que ya hemos creado nosotros.
Además, según Wandel, “la visita de supuestas civilizaciones alienígenas tiene una probabilidad muy baja hasta que una civilización alcanza una cierta edad”. Una edad a la que este astrofísico le llama la “Era de contacto”, la cual nuestra civilización todavía no ha alcanzado porque las ondas de radio que hemos enviado al espacio en estos últimos 100 años (la invención de la radio en la Tierra tiene un poco más de 100 años) aún no han sido recibidas por estos supuestos seres extraterrestres.
Por lo tanto, la “Era de contacto”, de acuerdo con este astrofísico, se define como “el tiempo (desde el inicio de las transmisiones de radio) en el que la probabilidad de contacto se vuelve del orden de una unidad”.
Otra de las hipótesis que baraja Wandel es que la vida puede ser más común en nuestra galaxia de lo que pensamos, ello significa que cualquier extraterrestre tiene muchas opciones de elegir a quién contactar y a quién no.
Por otro lado, quizá la película que mejor plantea el fenómeno de la importancia de las transmisiones por radio para que se comuniquen con nosotros otras civilizaciones sea Contacto (1997), la cual está basada en el libro homónimo del astrónomo y divulgador de la ciencia Carl Sagan, fallecido un año antes del estreno de la película.
Según la trama de Contacto -una ficción dirigida por Robert Zemeckis- una civilización tecnológicamente avanzada situada en la estrella Vega, a unos 25 años de la Tierra, envía a la Tierra una retransmisión de un discurso de Hitler ocurrido en los años treinta. Para sorpresa de los terrícolas, la señal con el mensaje del líder nazi -todas las señales de radio viajan a 300,000 kilómetros por segundo, la velocidad de la luz- llegó a Vega y luego fue reenviada por esta civilización a nuestro planeta.
Oculto dentro de este mensaje de Hitler al pueblo alemán, estaban contenidos varios planos para construir una máquina que permitiría a la protagonista de la película viajar hasta la estrella Vega a través de un agujero de gusano que conectaba dos regiones del universo.
Los agujeros de gusano fueron propuestos por primera vez por los físicos Albert Einstein y Nathan Rosen como consecuencia de la Teoría General de la Relatividad, pero es imposible -hasta donde se sabe- que un ser humano o cualquier cosa pueda viajar a través de uno de éstos.
Ahora bien: con respecto a la posibilidad de que seres de otros planetas hayan visitado la Tierra mediante naves espaciales que sobrevuelan los cielos de las grandes ciudades; de que estos supuestos seres abduzcan personas con intención de robarles sus pensamientos, el Pentágono ha sido tajante al respecto y, a través de un informe publicado en octubre de este año, ha dicho que “las operaciones de vigilancia por parte de potencias extranjeras y globos meteorológicos u otro desorden aéreo explican los incidentes más recientes de fenómenos aéreos no identificados, así como muchos episodios de los últimos años”.
Así, estos supuestos fenómenos extraterrestres tendrían finalmente una explicación que no va más allá de lo extraordinario, ya que como decía Carl Sagan refiriéndose al fenómeno OVNI: “afirmaciones extraordinarias requieren de evidencia extraordinaria”. Y las evidencias extraordinarias en torno a este fenómeno aún no han sido puestas sobre la mesa por nadie.
Sobre la revisión que hace Amri Wandel a la paradoja de Fermi, habrá que ver qué consecuencias podría tener a largo plazo, sobre todo porque su hipótesis es novedosa y a nadie se le había ocurrido analizar la posibilidad de hacer contacto con otras civilizaciones a través de este interesante pero seguramente polémico punto de vista.
El trabajo completo de este astrofísico puede consultarse completo en el siguiente enlace: https://arxiv.org/pdf/2211.16505.pdf