Columna ¿Qué sigue?
The Green Mile película norteamericana que en México se llamó “Milagros Inesperados”, es una producción estadounidense de drama y ficción de 1999 escrita, producida y dirigida por Frank Darabont e interpretada por el gran Tom Hanks.
Remonta a espectadores a 1935, Paul (Hanks) trabajaba como encargado en jefe en el corredor de la muerte de la prisión estatal Cold Mountaín en Luisiana. Un corto pasillo donde se encontraban sentenciados a ser ejecutados en la silla eléctrica. Un día reciben a John Coffey, un hombre alto de raza negra que ha sido condenado por violar y asesinar a dos niñas y que en realidad resulta ser un milagroso hombre con el don de sanación. En resumen, el filme se desarrolla en torno a ese gran sentimiento de terror que sufre la gente y que es el miedo a morir.
Es fin de año, aparentemente también el final de una pandemia que puso en “break” como nunca nadie lo imaginara a un ritmo que parecía implacable de las cosas, colocando a chicos y grandes en la incertidumbre de estar caminando en una Green Mile.
Inadvertidamente todos somos pasajeros de un mundo que gira predicando creencias, entre debates sobre el conocimiento, disputas sobre el poder, hipótesis sobre lo bilógico, avances sobre lo físico, teorías sobre lo psicoanalítico, apuestas por lo deportivo, protestas sobre lo injusto, rebeldías sobre lo violento, inconformidades sobre las diferencias, y hasta resistencia al envejecimiento. Sin embargo, desde el mero principio de nuestra existencia vivimos perdiendo vida cada día que pasa así que el más de nuestro tiempo, lo invertimos en ignorar el punto.
Todo este tema que parece algo tenebroso, solo viene al caso después de observar el retiro de las celebraciones del ser humano durante los dos años de la pandemia que pusieron a la humanidad en un literal “ataque de nervios”. Sí, porque cada año viajamos en un vagón de una especie de montaña rusa con túneles temáticos. Y ahí va el carrusel del año comenzando con el tradicional festejo del abrazo, luego va el Súper Bowl, seguido por el día de san Valentín, luego la semana santa o Spring Break, le sigue del día del niño, de la madre, del padre, y fin de la primera parte con las vacaciones de verano. Entre México y Estados Unidos seguimos con las Fiestas Patrias, luego Halloween y día de los muertos, el desfile del 20 de noviembre y día de gracias, para ya de plano comenzar con el festejo de festejos que trae el mes de diciembre con la Navidad y Año Nuevo.
Ahí si de plano el mundo entero le entra con todo, a entretenerse y hacer todos los ritos y símbolos de un “estado de festejo” que incluye colores, imágenes representativas, música fechas, viajes, decoración de casas y empresas, calles y parques, compras T.V. shows, películas tarjetas todo, todo lo que incluya ESTAR ENTRETENIDO.
Las últimas teorías en torno al comportamiento humano arrojan que desde el principio del hombre, castillos y templos se construyeron alrededor de una historia. Desde egipcios, los fenicios, los aztecas, los hebreos, los mayas, los incas y hasta los católicos o los musulmanes, todos han forjado imperios en torno uno o varios relatos contados. ¿Pero que hace al ser humano ser tan buen receptor de las historias? Pues pareciera ser que es un sentimiento Universal y sin vigencia en el tiempo que se conoce como hastío o simplemente aburrimiento. Pensemos bien no hay negocio más grande que la lucha contra el aburrimiento: tecnología, temporadas de deportes, cinematografía, música, licores, comida, vacaciones, arte redes sociales con sus fotos, videos y audios, todo lleva a la gran magnifica empresa universal del entretenimiento.
La razón es muy simple vivir esperando la muerte es aburrido. Entonces en esta gran sala de espera, nos dedicamos a crear agentes que nos hagan olvidarlo. La pandemia fue literal un atentado contra nuestra gran consigna, así que monumentalmente entregamos todos nuestros aspectos a los canales digitales para evitar volvernos locos de aburrimiento.
Conclusión, si lo pensamos “pasarla bien” es el significado de nuestra razón de vivir, lo contrario nos hace pensar que no somos felices y que somos los temidos “fracasados”.
La película THE GREEN MILE tiene un curioso final, por sus bondades y actos heroicos el protagonista de la película que interpretó Tom Hanks, recibe el don de la larga existencia, esa que parece no terminar nunca y este hombre acaba contando la historia después de enterrar parientes y amigos, viviendo más de lo que un ser humano puede desear.
Al final de todo este pensar, es evidente que la posibilidad de morir es el temor que mueve todos nuestros actos, sobre todo en este tiempo que las redes sociales se ocupan de presionar a todos de no sólo tener una vida divertida, sino que nos presiona a hacerla pública.
En muy pocos días comenzará un nuevo año, después de una experiencia que pocas generaciones han tenido. Las redes sociales parecen estar arrastrando a las sociedades al extremo de sus debilidades. Lo verdaderamente aterrador de morir, es no conocer que pasa del otro lado y es lógico que tratemos de evadir el tema. Pero antes de que esto sea un caos más grande, es importante enterarnos que hay quienes si saben y conocen de nuestro defecto y manipulan nuestra existencia en todos nuestros aspectos sea el económico, el político, el corporal, el espiritual y la lista es larga.
Lo que debe seguir para este nuevo año 2023 es asumirnos como una sociedad que aprendió algo importante durante la gran lección que fue covid 19; hagamos de nuestra “Green Mile” un camino que nos permita permanecer libres en todos nuestros renglones, piénselo. Felicidades.
Por Sara Thomson
