“Si vemos claramente los hechos en nuestra vida, entonces nuestra vida transcurre bien, sin confusión, ni sufrimiento innecesario”.
La vida es, tiene tiempo, tiene historias, tiene momentos; mismos que pueden ser tan grandes y bellos como nos lo propongamos.
Más sin embargo, cuando no cerramos un ciclo y no logramos generar una aceptación consciente de lo que nos sucede, se queda en nosotros como pendiente. Como un pendiente que no logramos acomodar como experiencia enriquecedora, que nos genere un saldo positivo.
Porque todo sirve, todo es valioso, pues nos dicen que hasta en la basura esta “Dios”. Y efectivamente, está en todo, o no esta en nada.
Aquí lo interesante es llegar a la reflexión que si bien es cierto esta en todo, en lo bueno, en lo no tan bueno, en la persona con malas acciones, si también esta; aún cuando nos parezca ingrato, increible y a veces imposible. No reconocerlo, sería como negar su existencia.
Porque si aceptamos las teorías sobre Dios, donde nos dicen que ademas cuenta con una determinada frecuencia vibratoria, donde se mueve de un polo positivo a uno negativo. Y que la frecuencia vibratoria determina también el nivel o estado de conciencia de una persona
Por lo que es necesario mantener un buen nivel y alta frecuencia vibratoria, es nuestro termómetro para ver que tan despierto o dormido esta Dios en nosotros.
Que maravilla, poder hoy tratar estos temas, donde estoy segura, que cada vez, son mas los seres humanos que están vibrando alto; quienes alcanzan frecuencias que les permiten conectar con su Ser Divino
Así que, no acumulemos pendientes, seguramente podemos estar “atrapados” en que hay que pagar esto, que hay que pagar lo otro, que hay que comprar esto o comprar lo otro. Y así, sin darnos cuenta acumulamos pendientes, que a través del tiempo se convierten en obstáculos para nuestro desarrollo, bienestar, disfrute y plenitud en la vida.
Que por el momento ademas, solo tenemos garantía: que vida, solo hay una. Abracemosla pues.