Hermosillo, Sonora.- En abril de 2021, inició la demolición parcial del Estadio Héctor Espino en Hermosillo, para remodelar sus instalaciones y convertirse en una academia de béisbol juvenil.
En agosto de este año, Hermosillo se convirtió en la sede del Mundial de Beisbol Sub-15 de la Confederación Mundial de Beisbol y Softbol (WBSC), donde los equipos de todos los continentes disputarán el campeonato en los estadios Héctor Espino y Sonora.
Los juegos iniciaron el 26 de agosto, donde los hermosillenses disfrutaron del rey de los deportes desde la antigua casa de Los Naranjeros.
En un recorrido por Proyecto Puente, las personas se mostraban contentas y nostálgicas por regresar al Héctor Espino luego de casi 10 años en desuso, pues en la temporada 2012-13 de la Liga Mexicana del Pacífico (LMP), Los Naranjeros jugaron ahí por última vez ya que el Estadio Sonora se convirtió en su nueva casa.
El ambiente en el lugar era de fiesta, las filas en los puestos de comida eran largas para comprar botanas, papas beisboleras, carne asada y cerveza.
Arriba del dugout de la selección mexicana estaba un conjunto de música norteña que ambientaba aún más el juego.
Durante la segunda entrada la selección tricolor anotó una carrera, los ánimos se encendieron entre la afición; al término de la cuarta entrada, el equipo rival le dió vuelta al marcador con dos carreras, posicionándose ante México.
En ese momento, la lluvia azotó sobre la locación, el juego se suspendió temporalmente y, cuando bajó la tormenta, los técnicos indicaron que no era posible continuar con el juego, por lo que China se llevó la victoria.
A pesar de la derrota del equipo azteca, los asistentes de Hermosillo no mostraron desánimo, pues era más grande su felicidad por volver a ver un juego de béisbol en el Estadio Héctor Espino.
En Proyecto Puente realizamos un sondeo a los asistentes del juego, quienes aseguraron tener su abonado cuando los Naranjeros jugaban en ese estadio.
Salvador “El Men”, mencionó que asistió al último juego que se vivió en ese lugar y se llevó un puño de tierra y un ‘home’ de recuerdo.
Miguel, un joven de 22 años, recordó que a sus 11 asistió al último juego del recinto con su papá, ahora está contento por la remodelación y a favor de que lo conviertan en academia.
Todas las personas entrevistadas mencionaron que cuando se enteraron de la posible demolición del estadio para hacer un centro comercial, se sintieron molestos y tristes, pero ahora están a favor de la decisión de convertirlo en una academia, pues es un ícono de la capital del estado