El arqueólogo mexicano Leonardo López Luján, director del Proyecto Templo Mayor, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), fue electo en Francia como miembro corresponsal extranjero de la Academia de las Inscripciones y Bellas Letras, convirtiéndose en el primer latinoamericano en formar parte de la institución.
La AIBL tiene su sede en París y se dedica al avance y la difusión del conocimiento sobre las civilizaciones de la antigüedad Clásica y la Edad Media, así como al de las primeras civilizaciones extraeuropeas, incluidas las amerindias.
Sus múltiples actividades comprenden disciplinas como la arqueología, la historia, la historia del arte, la filología, la lingüística y la epigrafía. Además de sus distinguidos miembros regulares y asociados, cuenta con 50 miembros corresponsales extranjeros, uno de los cuales ahora será el mexicano López Luján.
Leonardo López Luján (Ciudad de México, 1964) es arqueólogo, por la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), y doctor en arqueología, por la Universidad de París Nanterre.
A lo largo de su carrera ha sido investigador huésped del Museo del Hombre de París y de las universidades norteamericanas de Princeton y Harvard, así como profesor invitado de la Sorbona y la Escuela Práctica de Altos Estudios de París, la Sapienza de Roma y la Universidad Francisco Marroquín, de Guatemala.
Desde 1980 es miembro del Proyecto Templo Mayor del INAH, iniciativa que ha dirigido de 1991 a la fecha. Sus temas de estudio son la política, la religión y el arte en las sociedades prehispánicas del centro de México, así como la historia de la arqueología. Es autor de 21 libros y ensayos, ha coordinado 22 volúmenes colectivos y ha escrito más de 250 capítulos y artículos.
Entre los reconocimientos que ha recibido destacan el Premio Kayden, en Humanidades, de la Universidad de Colorado (1992), los premios del Comité Mexicano de Ciencias Históricas (1992, 1996 y 2007), el Premio Alfonso Caso del INAH (1998 y 2016), el Premio de Investigación en Ciencias Sociales, de la Academia Mexicana de Ciencias (2000), y la Beca Guggenheim de Nueva York (2000).