Columna Contra las Cuerdas
A un año de las encuestas por la candidatura presidencial en Morena, las corcholatas del Presidente se disputan la popularidad entre las bases y sectores de la sociedad.
Mientras eso hacen Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, a los liderazgos del partido les faltan manos y pies por el jaloneo de los suspirantes para que se decanten a favor de uno u otro de los aspirantes.
El acto de Toluca fue el banderazo de salida para que las cocholatas aprovechen sus “tres horas al día” de campaña autorizadas por el Presidente de la República. Aquel domingo los presidenciables no llegaron solos sino con sus respectivos equipos de trabajo de las dependencias en turno y de otras que se han venido sumando a sus respectivas huestes.
La batalla entre Ebrard y Sheinbaum se da desde abajo, región por región, gremio por gremio, utilizando infraestructura y recursos públicos. El sector deportivo experimentó el combate interno entre los dos principales allegados del Presidente con preferencias para el rol del juego de cara a 2024.
Ebrard extendió su campaña con deportistas al visitar al Comité Olímpico Mexicano por 35 minutos para convivir con seccionados y medallistas olímpicos, con quienes se tomó fotos y se puso los guantes de box para avivar las porras: “¡Presidente, Presidente!”.
Por su parte, Sheinbaum promovió un acto masivo para batir Récord Guinness sobre la clase de box más concurrida, tras juntar a más de 14 mil personas en la plancha del Zócalo y alcanzar el objetivo.
Tenía covid-19 la jefa de Gobierno, pero sabe que ya está en campaña y que no podía quedarse encerrada mientras Ebrard se mueve también por diferentes estados del país, por eso no se quedó en su casa, acudió a sus oficinas del Ayuntamiento y por medio de la tecnología, y en una pantalla gigante se presentó ante 40 mil personas (14 mil participantes y el resto simpatizantes) que la ovacionaron.
La enfermedad de la mandataria capitalina, sin embargo, le impidió desplazarse más allá, mientras Marcelo Ebrard viajó ayer a Guadalajara para ir a hablarle y comprometer a sus bases de la región, con las que trabajó desde 2018 para la campaña presidencial en favor de López Obrador.
En Palacio Nacional están contentos: saben que es justo el efecto que buscaba el Presidente al destapar sus corcholatas con anticipación y hacer ver enana a la oposición, pues mientras en sus filas ni siquiera se asoma un aspirante con posibilidades, lo sectores están persuadidos y su conflicto es para decidirse si se van con melón o con sandía, que es en lo que se han convertido el canciller y la jefa de Gobierno.
•••
UPPERCUT: Ganó la izquierda en Colombia. Los derechistas pierden cada vez más el poder en la región y eso tiene muy contento al Presidente porque sabe que su liderazgo impacta en países latinos. El ganador colombiano usó su mismo discurso: no robar, no mentir, no traicionar al pueblo.