El presidente Andrés Manuel López Obrador descartó cambiar la estrategia de seguridad porque, señaló, hay avances; aseguró que los picos de violencia son porque se desintegraron las familias, se abandonaron a los jóvenes y estaban vinculadas las autoridades con la delincuencia.
Aunque el martes 24 de mayo fue el segundo día más violento en lo que va del sexenio del presidente López Obrador, con 118 homicidios dolosos, el mandatario defendió su estrategia de “abrazos, no balazos” y aseguró que ayer se registraron solo 65 casos.
“Obedecen (los picos de violencia) lo explico, lo tengo clarísimo, primero a que se desintegraron las familias, se abandonaron los jóvenes, se pensaba que todo se iba a resolver con medidas coercitivas, con la mano dura, se asoció la delincuencia con la autoridad, no había frontera”, dijo.
Culpó a sus “adversarios” y a gobierno anteriores de no atender la inseguridad en el país; afirmó que, a diferencia de sexenios pasados, si hay homicidios, pero “no es el Estado” y se tratan de evitar.
En conferencia de prensa, el mandatario presentó gráficas donde indicó que hay una disminución “leve” de los homicidios, y que este delito no continuó incrementándose como era la tendencia.