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viernes, abril 19, 2024

Para que la cuña apriete, ha de ser del mismo palo

Nicolás Pineda
Investigador en Políticas Públicas.

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Columna Y sin embargo

A la memoria de Abel Murrieta

(todavía esperando resultados un año después)

¿Cómo se explica usted que siendo AMLO tan criticable y tan criticado no cae en las encuestas? ¿Qué tanto habría que descalificar a López Obrador para que pueda subir la oposición? Más aún ¿Puede la oposición ganar solo a costa de desacreditar al Presidente?

A la oposición le falta lo que los académicos llamamos “narrativa” o lo que en términos más prácticos se puede llamar una propuesta o programa atractivo que supere al de la 4t. Esta narrativa tiene que “pegar” con la base de la pirámide social del país; es decir con los más pobres.

El hecho de que el contrincante sea muy criticable, no hace automáticamente atractivo al opositor. Sobre todo cuando, como en este caso, AMLO y la 4T tienen una narrativa tan atractiva que pega con los sectores más pobres que incluso se comprueba con depósitos bancarios.

Las narrativas del PRI y del PAN

El PRI tuvo una narrativa atractiva más o menos hasta Diaz Ordaz. Se trataba de una narrativa reivindicadora principalmente de los campesinos que impulsó el reparto agrario, la alfabetización, la escuela y la electricidad entre muchos otros programas. Posteriormente, Echeverría y López Portillo trataron de reactivarla pero solo cavaron más hondo en la crisis económica y el autoritarismo. El programa estatista revolucionario se agotó y dejó de ser atractivo en los ochenta y naufragó en un mar de crisis económicas. A partir de Salinas, se adoptó la narrativa de la modernidad económica y política; el mercado, la participación privada y el pluralismo político.

La narrativa del PAN ha sido la honestidad, la alternancia y la transición democrática. Comenzó desde abajo ganando municipios y mostrando mejores resultados de gobierno y una mayor participación social. La democracia electoral fue una bocanada de aire fresco para la nueva clase media mexicana deseosa de modernidad y de avances políticos. Resultó superior y más auténtica que la narrativa priísta y así llegó hasta la presidencia de la República en el 2000. Pero la competencia electoral trajo también mayor corrupción en los estados y municipios. La inversión en las campañas se tenía que recuperar en el gobierno. La transición democrática no se tradujo en la disminución de la pobreza y en el combate al crimen organizado. Así fue como regresó el PRI a la presidencia en 2012. Se perdió la narrativa democrática de los noventa y privaron la corrupción, el desconcierto y el desencanto.

La narrativa de la Cuarta Transformación

López Obrador y la 4T le regresan la esperanza a los grupos menos favorecidos de la sociedad mexicana con una narrativa atractiva y creíble. La transformación prometida no solo propone elecciones libres sino un México más equitativo y justo. Con el lema de “Primero los pobres” lleva a cabo la ampliación de los programas sociales con transferencias masivas de fondos a los grupos marginados. Esa es la gran arma y el gran logro de la 4T. Con esto ha conquistado a la mitad más pobre de la población. La narrativa es sustentada y reforzada con un líder que sabe comunicar y que se percibe más honesto y auténtico que nuestros políticos tradicionales. Esta narrativa sigue vigente e incólume a pesar de los grandes desvaríos y disparates en que incurre.

La gran crítica a la 4T debe ser que no está cumpliendo con la narrativa. Hace transferencias pero no está disminuyendo la pobreza, está destruyendo la economía y está concentrando y militarizando el poder. Esto es cierto pero no fortalece autonmáticamente a los grupos opositores que mantienen viejas narrativas.

Para poder ganar, la oposición a la 4T deberá dar elementos que puede cumplir de manera más efectiva la narrativa de igualdad y prosperidad para los grupos menos favorecidos. Para que la cuña de la narrativa apriete, ha de ser del mismo palo.

Nicolás Pineda

Aviso

La opinión del autor(a) en esta columna no representa la postura, ideología, pensamiento ni valores de Proyecto Puente. Nuestros colaboradores son libres de escribir lo que deseen y está abierto el derecho de réplica a cualquier aclaración.

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