Columna Contra las Cuerdas
Antes de la pandemia el aeropuerto de la Ciudad de México registraba mil 250 operaciones al día, durante las semanas más difíciles de la emergencia sanitaria apenas se registraban 27 operaciones cada 24 horas y en la actualidad, en los últimos días se han registrado entre mil 150 y mil 250 movimiento diariamente. O sea, no hay más operaciones que antes de la pandemia en el Benito Juárez ¿Entonces, por qué más incidentes detectados durante el aterrizaje y despegue de aviones?
La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transporte (SICT), de acuerdo con información obtenida por esta columna, tiene dos versiones sobre el incidente de aproximación del fin de semana que casi acaba en tragedia cuando un avión de Volaris a punto de aterrizar detectó a otro avión en la pista, por lo que el piloto tuvo que volver a elevarse para evitar el encuentro violento con más de 200 pasajeros a bordo.
La primera versión, divulgada en las últimas horas por el Sindicato Nacional de Controladores de Transporte Aéreo afirma que el rediseño del espacio ha disparado en los últimos 4 meses los incidentes hasta 300 por ciento. Alfredo Covarrubias, secretario general del sindicato, sostiene que le ha llegado información de 100 incidentes, de los cuales 30 son graves y 10 sucedieron en aeropuerto de la CDMX, uno de ellos el 13 de noviembre de 2021 entre un avión de Aeroméxico y Volaris, al cruzar muy cerca uno del otro. La versión de un caos en el espacio, se la ha comprado el secretario de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, Jorge Arganis Díaz.
La otra versión señala que los problemas no tienen que ver con el espacio aéreo, más bien responsabilizan a la dirección del aeropuerto, a las aerolíneas y al mal tiempo. Parte de la investigación que realiza la SICT para detectar el origen y causas de los incidentes exhiben la mala planeación de las aerolíneas al retrasar sus operaciones de despegue por diferentes causas, por labores de mecánica, a veces hasta por sobrecupo o venta doble de boletos en un mismo asiento. Aeroméxico aparece con más quejas de parte de Servicios de Navegación en el Espacio Aéreo como una de las aerolíneas que venden más vuelos de los que sus propios trabajadores y capacidad puede atender.
En el incidente de aproximación este fin de semana precisamente hay versiones como la del presidente del Colegio de Pilotos, Herberto Salazar, quien afirma que nada tiene que ver con el rediseño del espacio aéreo. La investigación señala que debido a que había sobresaturación de aviones en tierra una de las aeronaves tuvo que moverse hacía la pista y que acaba de prender sus luces cuando el avión de Volaris en tránsito intentaba aterrizar.
Solo insistir en que el número de operaciones sigue siendo el mismo que antes de la pandemia, un promedio de mil 250, pero con más problemas. Y si en este caso del fin de semana nada tuvo que ver el rediseño entonces los especialistas coinciden en que se trató de una concentración de aviones por desorganización y rompimiento de protocolos de las aerolíneas en horas determinadas, principalmente en la tarde noche.
El gobierno federal está obligado a dar a conocer los resultados de las investigaciones y aclarar cuáles serán las medidas que se van a tomar para impedir que se registren nuevos incidentes aéreos y garantizar la seguridad de los viajeros.
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El presidente López Obrador pidió a Adán Augusto López, secretario de Gobernación que tome la batuta en la solución a la crisis aeroportuaria. Tras una reunión ayer que encabezó el tabasqueño y en la que estuvieron representantes del aeropuerto de la Ciudad de México, así como del AIFA, de la SICT, Sedena, Marina y aerolíneas se concluyó trasladar a San Lucía 25 por ciento de las operaciones que se registran en la capital del país, es decir algo así como 250. Sin embargo, todavía no hay conectividad en la base aérea del Estado de México. Tendrán que trabajar a marchas forzadas para evitar pasar de un caos a otro caos.
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UPPERCUT: Con motivo de su 33 aniversario este fin de semana, el PRD realizó distintas actividades en diferentes estados del país como Tamaulipas, Michoacán, Ciudad de México y Tabasco. Los eventos, que la verdad pasaron desapercibidos, son parte de un esfuerzo de Los Chuchos por hacer que el sol azteca vuelva a brillar. Entre los conversatorios se recordaron los grandes momentos del partido histórico y sus grandes personajes como Cuauhtémoc Cárdenas, pero también está la otra cara de la moneda, a los que ven como los villanos que acabaron hundiendo al partido o los que tiraron la toalla, entre ellos al académico Agustín Basave, quien a los siete meses de ser elegido ante la “ingobernabilidad” renunció al cargo en un momento clave. La caída de Basave fue la muestra de la balcanización de la supuesta izquierda y del PRD.