Columna Contra las Cuerdas
Después de que Movimiento Ciudadano en la Cámara de Diputados le ganó en el Tribunal Electoral a Morena, PRI, PAN, PRD, PVEM y PT, que se aliaron para darle un lugar al sol azteca en la Comisión Permanente pasada, a pesar de tener menos legisladores, y dejar fuera a los naranjas, el PRIMOR (PRI y Morena) avaló ayer un dictamen para que las impugnaciones no procedan en contra de actos parlamentarios en el Congreso.
Hay que destacar el papel del PAN por lo siguiente: el grupo de Jorge Romero se prestó al agandalle contra MC sin saber el precedente que estaba dejando como cómplice y quiso reaccionar, pero ya era tarde, pues luego de que el TEPJF ordenó devolverle la representación al partido naranja para la siguiente permanente, en un acto de venganza, los grupos parlamentarios de Rubén Moreira (PRI) e Ignacio Mier (Morena) elevaron la reacción al reformar la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral para impedir la intervención de los magistrados en la vida del Poder Legislativo.
“En libertad cada legislador votó en el sentido que quiso en la integración de la Comisión Permanente. Pero esta ley que se discute se trata para cualquier decisión y de cualquier órgano de esta Cámara. Esto sienta un precedente: por ejemplo, que a un grupo parlamentario se le ocurriera votar en mayoría por quedarse en la Mesa Directiva por años, como cuando intentaron (los de Morena) agandallarse tres años la presidencia de la Mesa Directiva en la Legislatura pasada”, expuso el panista José Elías Lixa.
Demasiado tarde, diputado Lixa, ahora son responsables, al igual que Luis Cházaro y su bancada, por hacerse de un lugar que no le correspondía en la Permanente. Ahora la verdad de la vida parlamentaria no podrá ser sometida al Tribunal Electoral. Es cierto que falta que se discuta en el Senado, pero lo que ocurrió ayer debe quedar anotado en la historia del Congreso porque gracias a su “ayuda” se llegó hasta aquí.
Pero no es la única que los panistas deben. También anótense el triste papel de Santiago Creel, a quien Morena embarcó cuando Sergio Gutiérrez Luna dejó por un momento la presidencia el 17 de febrero, un minuto antes de discutirse en el Pleno la impugnación del voto por celular que hizo Rubén Moreira para aprobar una ley que contempla manejar en secreto remanentes que los partidos devuelvan a la tesorería federal.
En la Gaceta Parlamentaria del día siguiente se dijo que el voto de Moreira era válido porque había sido “de manera telemática vía Zoom”. Eso generó la discusión y la bancada de MC pidió que no se podía modificar la realidad de la sesión ni someterla a votación ante el Pleno para validarla, pues ante los ojos del Pleno y de la transmisión por el canal del Congreso todo mundo vio que la participación del priista fue celular.
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Uppercut: Si mañana a Morena le faltan seis votos o los que sean le hablaran a diputados para votar por celular, al final ya hay un precedente de Creel, que defendió como si fuera suyo desde la presidencia de la Mesa Directiva.