Segunda parte
Hermosillo, Sonora.- Con maleza crecida, juegos infantiles despintados, oxidados o incompletos, basura, botellas de alcohol y hasta desechos de animales, así se encuentran algunos parques al interior de las colonias en Hermosillo.
En la segunda entrega de un recorrido por estos espacios públicos en la ciudad, Proyecto Puente visitó ocho parques de forma aleatoria: dos de ellos en vías públicas principales y transitadas, se encontraron en buenas condiciones y con alta afluencia de visitantes.
Del lado opuesto, al interior de las colonias, en calles más vacías y en algunos casos de difícil acceso, se encontraron seis parques descuidados, unos más que otros, pero con características similares: solitarios, con basura, maleza, desechos de animales, malos olores, entre otras.
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Según el área de Parques y Jardínes de la Coordinación de Infraestructura, Desarrollo Urbano y Ecología (CIDUE), en el municipio de Hermosillo hay 806 parques y 151 bulevares.
Parque Copacabana, en la colonia Olivares, y parque Diana Laura, en la colonia Nuevo Hermosillo.
El parque Copacabana, ubicado sobre la calle López del Castillo, una de las más transitadas en la colonia Olivares, cuenta con una amplia extensión que permite la presencia de juegos infantiles, áreas de picnic, pista para hacer ejercicio, bancas, áreas verdes y más.
Por las mañanas y las tardes, incluso en otras horas del día cuando el clima lo permite, se reúnen familias a convivir, se observan a personas realizando algún tipo de ejercicio, jugando en la cancha, entre otras actividades; además, los juegos están cuidados, al igual que las plantas y el resto de espacios.
En condiciones similares se encuentra el parque Diana Laura, en la colonia Nuevo Hermosillo al sur de la ciudad: el amplio espacio permite a quienes lo visitan realizar diferente tipo de actividades como jugar en la cancha de basquetbol/futbol o en los columpios y resbaladillas, sentarse a comer algo en las bancas con mesas o solo pasear.
Parque Mérida, en la colonia Nueva España
El parque ocupa apenas una pequeña esquina al final de la calle, un espacio que se considera reducido si se trata de un parque: hay pocos juegos despintados, oxidados, en mal estado y algunos columpios desaparecieron por completo.
La estructura que funcionaba para brindar sombra, al centro del parque, no es más que una estructura metálica con carrizos caídos por doquier; hay basura, fuga de agua y desechos de aves por todo el lugar.
Parque en la colonia Progresista
No muy lejos del área anterior, en la colonia Progresista, se encuentra otro parque que parece abandonado entre el zacate crecido, bajo el sol y sin una sola estructura que brinde sombra a quienes deseen visitarlo.
Este espacio, ubicado en las calles Álvaro Núñez y Costa de Hermosillo, no cuenta con bancas para sentarse ni áreas de estar, pero sí hay columpios, dos resbaladillas y una cancha; es uno de los parques en donde los juegos se encontraron más completos.
Parque en la colonia Primero Hermosillo
A primera impresión, parece un parque grande con diverso juegos y una amplia cancha, pero al acercarse y observar los detalles se ven bancas sin respaldo y poco prácticas para descansar, basura, pasto sintético arrancado, juegos oxidados y con esquinas peligrosas para quienes deseen usarlos.
Hay basura, excremento de animal y sobras de comida que generan un aroma desagradable en ciertos espacios del lugar.
Parques en la colonia Agualurca
En la colonia Agualurca, a una calle de distancia uno del otro, se encontraron dos parques: el primero, aunque con un poco de basura y sin ningún visitante, tiene árboles que brindan un poco de sombra, juegos en su mayoría despintados pero completos y un área pavimentada casi intacta.
Sobre la calle Aguadura, esquina con Sierra Alpina, se sitúa el segundo de ellos: dos grandes partes del pasto sintético fueron cortados y arrancados, y en el que todavía permanece se observan residuos de basura y restos de pañales.
Dos de las bancas están pegadas a una pared, mal acomodadas y rayadas, hay excremento de animal, cableado que fue cortado y aunque hay una zona de columpios, el único que aún cuelga está inservible.
Parque Las Saucedas, en la colonia Arboledas
Un parque a la derecha y un basurero a la izquierda. Es lo primero que se observa al llegar al lugar: el límite entre ambos está marcado por una línea de desechos, que van desde bolsas, pañales y botellas de plástico hasta piezas de inodoro, pedazos de madera y más.
Al sentarse en los columpios hay dos opciones: observar el basurero y soportar los malos olores o dar la espalda y tener una vista al parque, a una palapa desmantelada que no da sombra, a unos juegos oxidados y un parque en aparente abandono.
Es un parque más que refleja la realidad de los espacios públicos en Hermosillo cuando no existe una apropiación por parte de los vecinos y cuando son áreas poco pensadas para su propósito principal: la convivencia familiar, la recreación, el ejercicio físico y también mental.