Por Karla Acosta
Hermosillo, Sonora.- “Los venenos de animales han cautivado a los humanos a través de la historia por los efectos que estos pueden llegar a causar en la salud”, escribió Jorge Jiménez Canale, biólogo investigador de la Universidad de Sonora, para el XIV Coloquio Bienal en Ciencia de Materiales 2021.
En el evento, presentó parte de su proyecto de investigación “Síntesis de nanopartículas de PLGA como transportadoras de veneno de serpientes de Cascabel”, busca desarrollar fármacos para tratar el cáncer de mama con veneno de serpientes.
Jorge inició la investigación en 2017 y obtuvo resultados similares a estudios realizados a nivel mundial con serpientes de cobra para tratar cáncer mamario y leucemia; el escorpión azul en Cuba, el monstruo de gila, etcétera.
Actualmente, el biólogo es estudiante del programa de doctorado en Investigación de Ciencias Materiales y Polímeros de la Universidad de Sonora, pero su pasión por la herpetología (rama de la zoología que estudia reptiles y anfibios) creció cuando cursaba la licenciatura y tiene una inclinación por los animales venenosos.
Las serpientes contra el cáncer de mama
El estudiante decidió investigar en Internet sobre la biología molecular de las serpientes y eso lo llevó a un estudio online del doctor Roquita en Florida.
El experto estadounidense explicó que el reptil posee grandes cantidades de crotamina, una neurotoxina que produce parálisis flácida. Este dato, inspiró a Canale para investigar sobre esa toxina y desarrollar sus propios estudios.
“Si una toxina está diseñada de manera natural para atacar el cuerpo, ¿por qué no utilizarla para atacar enfermedades?”
Esta pregunta fue el parteaguas para que Jorge comenzara sus análisis de toxinas, pero el resultado aún es preclínico y se necesitan establecer análisis de seguridad y eficacia para experimentar con humanos a futuro.
“La cruda realidad es que México no le da prioridad al desarrollo de ciencia”, expresó Canale.
Informó que los experimentos clínicos dependen del apoyo de las instancias gubernamentales al desarrollo de ciencia y proyectos de investigación.
Por su parte, aclaró que la Unison ofrece apoyos desde prestar las instalaciones hasta solicitar fondos a Conacyt para construir edificios o laboratorios nuevos, material o mantenimiento, y la forma de publicar artículos en revistas científicas, que puede costar como mínimo 20 mil pesos.
Medicamentos a base de veneno de animales
Como esclarece Jorge en su estudio, los venenos de animales causan efectos en la salud de las personas y, a lo largo de la historia, han desarrollado fármacos para contrarrestar enfermedades y atacar células cancerígenas.
Algunos de los animales utilizados son la serpiente de cobra de naja naja para tratar el cáncer de mama y leucemias; el escorpión azul en Cuba, aunque aún no hay fases clínicas aplicadas a humanos.
El escorpión deathstalker en el medio oriente, para visualizar tumores cerebrales y el monstruo de Gila para crear el Captopril que es utilizado en diabéticos.
Es importante aclarar que los animales usados en la investigación, no fueron maltratados.
Jorge Jiménez aseguró que no cualquier investigador trabaja con las especies, además, en la Unison obtienen muestras de los seres vivos a través del Museo Itinerante de Vida Animal.
Como biólogos, su objetivo es no dañar la flora y fauna de la región, por eso existe un gran control y supervisión para no hacer sufrir a otros seres vivos y mantenerlos en condiciones humanas.
Por otra parte, recalcó que no se pueden extraer animales silvestres para desarrollar una investigación y llamó a evitar capturar a estos animales para “curar” sus enfermedades, ya que crear tratamientos conlleva procesos bioquímicos y de larga duración.
Jorge Jiménez realiza una petición a los empresarios o inversionistas que deseen patrocinar esta investigación, aportar al sector de la salud y ayudar a más personas que padezcan cáncer de mama.
* Las inversiones realizadas a la Universidad de Sonora son deducibles de impuesto.