Hermosillo, Sonora.- Poco a poco, el huerto de la Primaria Francisco Navarro Estrada comienza a recuperar vida después de la pandemia; ya sembraron zanahorias, betabel y cilantro.
En febrero de 2020, te contamos la historia del profesor Saúl Gonzalo Ruiz Escudero, quien a través de la creación de un huerto escolar ha inculcado a sus alumnos el amor a la naturaleza y los involucró en los procesos de siembra y cosecha.
Un mes después, en marzo de 2020, llegó la pandemia a Sonora y a pesar de los esfuerzos constantes del profesor, los estudiantes y otros maestros, las restricciones sanitarias y los problemas de salud provocaron que las visitas al huerto se hicieran menos constantes y, a consecuencia, se perdiera un poco de todo lo que se había logrado.
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“Este proyecto comenzó hace cinco o seis años con exalumnos y fue implementado con el apoyo de una asistente de trabajo social, ella es la que nos ayudó.
Sin embargo, el año pasado cuando empezó la pandemia tuvimos que dejarlo a la deriva pero ahora lo estoy retomando nuevamente como el comisionado y, aunque los niños no han regresado a tener clases presenciales, nosotros estamos aprovechando el tiempo en hacer algo productivo”.
Luego de varios meses sin poder retomar el proyecto, el profesor Saúl ha regresado con mayor motivación, nuevas estrategias y un optimismo firme para lograr hacer de este espacio una fuente de conocimiento, práctica y terapia para los pequeños.
“Tenemos una semana que retomamos esto, yo pienso que en una semana más ya todo estará sembrado, porque le vamos a encimar otra siembra que puede prestarse para este lugar, con la composta de pura hoja”.
Algunos de los alimentos que comenzarán a sembrar, detalló, son “rábano, repollo, zanahoria, calabaza italiana, naranjo, cebolla cambray, así como hierbabuena para evitar plagas y adornar el huerto”.
A lo largo de los años, todos los involucrados han aprendido de diferentes experiencias; desde las veces que venden las hortalizas para invertir el dinero en el huerto, hasta cuando han regalado la cosecha entera a personas que necesitan alimento.
“Ha llegado gente humilde, de todos los niveles socioeconómicos y se les ha proporcionado vendido, pero sobre todo regalado, gente que me ha hecho preguntas y con todo el gusto les hemos dado productos de aquí mismo.
Tenemos nopaleras que hace un año se trasplantaron y la semana pasada obsequiamos nopales para una familia, el señor vino y los estuvo cosechando”.
El objetivo, agregó, “es sacarle algo productivo, que los mismos niños aprendan de todo esto, a trabajar.
Me hicieron comentarios de que era muy abusivo que a los niños los pusieran a trabajar, pero esta es la forma en la que aprenden y con gusto andan aquí alrededor de uno”, aseguró el profesor.
Aunque en estos momentos los alumnos no han podido involucrarse en el proceso de reconstruir el huerto, sí se han mostrado entusiastas por volver a la escuela y participar nuevamente en una actividad como esta.
El profesor Saul agradeció la apertura y colaboración de las autoridades y compañeros de la escuela primaria, quienes han apoyado respaldado este espacio.