Magdalena de Kino, Sonora.- Brigada del Sol Rescate Magdalena nació de la intención de David Mendoza de ayudar a salvar vidas. Desde niño, a los ocho años, fue integrante del Comité Local de Juventud de la Cruz Roja, donde más tarde logró certificarse como Técnico en Urgencias Médicas. Estuvo convencido, desde siempre, que estar para los demás en los momentos más duros, era su vocación.
Sin embargo, una situación particular lo hizo reafirmarlo: en 2012, su papá sufrió un infarto que, desafortunadamente, no sobrevivió. En Magdalena de Kino, de donde ambos son originarios, en ese entonces no había una ambulancia para trasladar personas a un hospital en emergencias como esta.
“Magdalena es un pueblo que tiene carencias en el ámbito pre hospitalario y de atención a las emergencias”, afirmó David, “cuando mi padre se infarta necesitamos una ambulancia para sacarlo de Magdalena a un hospital más avanzado y, por el tiempo en que me mandaron una ambulancia de otra ciudad (a más de una hora de distancia en un vehículo común), mi padre falleció desgraciadamente al llegar a Nogales”.
Y fue ahí cuando reflexionó que debía actuar en consecuencia.}
“Magdalena necesitaba algo más y me di a la tarea, como objetivo, de hacer algo por mi comunidad”, dijo el paramédico, “yo no quiero que más padres, como el mío, mueran porque no hubo una ambulancia”.
David trabajó en reunir a un equipo de voluntarios y, con la ayuda de amigos de Mexicali y Hermosillo, gestionó lo necesario para empezar. Con una ambulancia de 1976 que estaba en desuso, que les fue donada por un ciudadano y que el propio equipo reparó y echó a andar, la Brigada del Sol arrancó operaciones en 2016.
“Y abrimos sin nada, no teníamos absolutamente nada. Sin embargo, era mucho el cariño y la pasión por servir y comenzamos con una ambulancia vieja, un cuartito y empezamos a dar servicios de inyecciones, de checar la presión a los vecinos y ahí fuimos creciendo”, narró.
Aquella ambulancia trabajó durante tres años. “Ahí nos veían empujándola por las calles de Magdalena”, ríe David, “hasta que una empresa minera nos donó una”.
Afortunadamente, con el apoyo de la ciudadanía y sus aportaciones, el equipo ha seguido creciendo y, aún con carencias por ser una asociación sin fines de lucro, ha logrado continuar.
“No hemos recibido apoyo gubernamental o de alguna institución que se dedique a eso, sin embargo, tenemos el apoyo de la comunidad, que es muy importante y lo que nos ha fortalecido”, afirmó David, “Magdalena está lleno de gente muy noble y son ellos quienes nos apoyan con los vales de gasolina, con el equipo médico y con donaciones”.
Además, han contado con el apoyo de One World Medics, de Indiana, Estados Unidos y cuyo objetivo principal es donar ambulancias a comunidades sin acceso a estos vehículos.
“Nos está ahorita dotando de equipos e insumos médicos sofisticados sin ningún fin de lucro, siempre y cuando sigamos con esa esencia que tiene Brigadas del Sol”, sostuvo.
La pandemia de covid-19 en Magdalena de Kino
“Cuando lo anunció el gobierno federal aquel febrero, nos pidieron las autoridades que nos quedáramos en casa y nos desplegó a no salir a atender las emergencias”, recordó Dvid, “ellos decían, textualmente, que estaban preparados para atender la emergencia sanitaria. Nos quedamos en casa, pero miramos que empezaron a salir los llamados y que no había una unidad pre hospitalaria que brindara servicio a la comunidad y la gente, por sus propios medios, tenía que ir al hospital”.
Entonces la Brigada comenzó a ponerse ansiosa y a preguntarle a David qué es lo que podían hacer. Pero, en ese entonces, al igual que en todo el mundo, no se tenía mucha idea de por dónde empezar.
“Pero ellos me dijeron: tenemos la opción de quedarnos en casa y ver morir a nuestros vecinos y conciudadanos, o salir a hacer algo”.
David padece una enfermedad inmunodepresiva desde hace apenas dos años -vitiligo- y aún así, decidió hacer a un lado sus propios riesgos y su estado emocional, para salir a las calles a buscar la forma de ayudar a atender a las personas contagiadas.
“Creamos la Unidad de Respuesta a Casos COVID-19 (Uniresco)”, explicó, “y empezamos a formar nosotros un protocolo de respuesta con base en estándares nacionales e internacionales, es decir, con la Organización Mundial de la Salud, la Organización Panamericana de la Salud y de ahí tomamos los protocolos o lineamientos, también a la Secretaría de Salud federal e hicimos una directriz para trabajar y respetar”.
El primer caso de covid-19 que atendieron fue tremendo para ellos. Era un ciudadano norteamericano que estaba en Magdalena y que se presentó con dificultades respiratorias graves.
“Éramos inexpertos, lo llevamos y dejamos en el hospital… pero salimos vomitando de los nervios. La persona, desgraciadamente, falleció al día siguiente en la madrugada. Nosotros nos quitamos el equipo con mucho miedo, duramos como dos horas parados ahí, porque no traíamos los químicos para desinfectar la ambulancia y ni siquiera nos podíamos mover por miedo a que nos infectáramos. Luego llegó personal de Bomberos a ayudarnos y a desinfectar. A partir de ahí, nos quedamos en la base tres meses para no ir a nuestras casas”.
Actualmente, son un equipo de 12, entre administrativos y operativos, donde seis trabajan directamente en la atención de pacientes covid y de todo tipo. Se han capacitado y han aprendido a atender el virus, pero también han aprendido de resiliencia y autocuidado para poder seguir trabajando en medio de esta tragedia.
“Hay historias de muchas personas que fallecieron, muy desgarradoras y muy tristes”, contó David, “porque los dejábamos en el hospital y a veces teníamos que quedarnos ahí con ellos, dándoles la compañía nada más, porque no había más que hacer y muchas de esas personas que murieron eran vecinos, amigos, conocidos: Magdalena es un pueblo”.
Por eso David decidió documentar todas esas historias y publicarlas en Facebook, textos con los que después armó un compilado digital que llamó “Historias de la Uniresco”. Ahí narró la historia de Ximena, una niña de solo nueve años, con parálisis cerebral, quien se contagió de covid y fue trasladada el 19 de agosto pasado desde el hospital de Magdalena al Hospital Infantil del Estado, en Hermosillo. Pero falleció al día siguiente.
“Llevamos un pulmón artificial, un ventilador, un monitor cardíaco”, explicó David, “todos los insumos que nos han traído de Estados Unidos fueron aplicados. Yo le dije la realidad a su mamá, que su hija estaba muy mal. Y ella comprendió. Cuando llegamos, nos estaba esperando un equipo multidisciplinario, le hicieron una tomografía y la pasaron al área covid de cuidados intensivos con otros niños, pero ninguno estaba tan grave como la pequeña Ximena. Me llamaron a la mañana siguiente, a las siete de la mañana, para darme la desafortunada noticia. Hubo muchas lágrimas”.
El equipo hizo lo humanamente posible, dijo, y la familia de Ximena se los agradeció. “No hicimos nada en vano”, agregó David, “yo estoy muy tranquilo y doy gracias a Dios por ponernos en su camino”.
Así han atendido incontables casos en Magdalena, sin embargo, los integrantes de la Brigada del Sol no fueron considerados como personal de primera línea contra el covid por las autoridades sanitarias, lo que no les hizo merecedores de recibir la vacuna.
“Que no se olvide que al personal se le negó la vacuna y quede claro que no la recibimos”, aseveró el paramédico, “nos desconocieron como personal de primera línea, sin embargo, seguimos al frente, trabajando por nuestra comunidad y estamos aquí para eso: para servir, para apoyar y para que juntos salgamos adelante”.
Brigadas del Sol recibió una nueva ambulancia de parte de One World Medics, pero se quedó en Tucson, Arizona, porque no le permitieron cruzar la frontera sin pagar alrededor de mil 200 dólares por el costo de importación. Pidieron apoyo a todas las instancias posibles, pero nada se ha concretado, aunque siguen intentándolo.
“Queremos buscar, pues, la manera diplomática de cómo beneficiar a nuestro pueblo”, sostuvo, “a fin de cuentas, esa ambulancia es para el pueblo, va a servir a la comunidad, es lo que buscamos con ella”.
David es insistente: servir a Magdalena de Kino es lo que harán hasta donde la misma comunidad se los permita, haya recursos o no, pero le gustaría que las autoridades de todos los niveles se volcaran a colaborar con equipos como este.
“Quiero agradecer a la comunidad su magnífico apoyo, que nos ha ayudado mucho. Gracias a ellos, hemos salido adelante durante todo este tiempo, ellos salvan vidas y lo hacen a través de sus donativos con nosotros; ellos están ahí en cada en cada atención que brindamos y queremos reiterarles nuestro apoyo. Brigada del Sol se debe al pueblo. A nuestros gobernantes y autoridades entrantes, ojalá volteen a ver a sus equipos de emergencia”.
Para conocer más sobre Brigada del Sol Rescate Magdalena, puedes visitar su página de Facebook o @Brigada_delSol en Twitter. También puedes llamar al (632) 112 9044 o escribir al correo electrónico bsrsalvandovidas@gmail.com. Entre sus servicios, cuenta con la Unidad de Respuesta a Casos COVID-19 (Uniresco), atención médica prehospitalaria, rescate urbano, capacitación en protección civil, traslados locales y foráneos, análisis y diagnóstico de riesgo, programas de prevención de accidentes y de formación humanitaria para personal junior.