Ciudad de México, 2 de agosto (SinEmbargo).- Mujeres afromexicanas, indígenas, comunicadoras, lideresas comunitarias, activistas, colectivas y asociaciones de las 8 regiones del estado de Oaxaca se pronunciaron enérgicamente por la libertad de Roxana Ruiz Santiago, joven que asesinó al sujeto que abusó de ella.
Roxana, originaria de Pinotepa Nacional, emigró a la Ciudad de México para buscar mejores oportunidades de vida. En la capital fue atacada, violada y agredida. Por defender su vida y su dignidad está detenida en el Penal del Bordo de Xochiaca, Nezahualcóyotl, Estado de México, recordaron las colectivas.
“Las mujeres diversas de Oaxaca y de la Costa chica exigimos a las autoridades correspondientes que se reconozca que ROXANA fue víctima y que actúo en su legítima defensa ante el eminente peligro que corría su vida y probable feminicidio”, señalaron. “Así mismo exigimos que se reconstruya su caso, ya que no le brindaron la asesoría correspondiente en su momento y a la que tiene derecho como ciudadana mexicana”, añadieron.
Las colectivas pidieron que se reconozca que Ruiz Santiago actuó en legítima defensa.
Roxana Ruiz lleva tres meses presa en el penal del Bordo de Xochiaca, localizado en Nezahualcóyotl, Estado de México, por haberse defendido de una agresión sexual y en el acto haber asesinado a su atacante.
Ahora Roxana pide ayuda a través de una carta pública difundida por la colectiva “Asamblea Vecinal Nos queremos Vivas Neza”, cuyas integrantes han apoyado su caso desde el día que su madre, Ana Ruiz, les pidió ayuda cuando acudió al reclusorio para visitar a su hija. La próxima audiencia es el día lunes 2 de agosto a las 14:00 horas, donde se prevé que el juez defina su caso.
“Desde el día 8 de mayo soy conocida por los medios como la mujer que fue detenida en flagrancia con un cuerpo dentro de un costal. A los policías les dije que sí lo había asesinado, pero que él me había violado y yo sólo quise defenderme. Los policías me hablaron con groserías e inmediatamente me trasladaron a la Procuraduría correspondiente, insistí que fui violada, pero nunca me realizaron pruebas periciales en psicología, ni medicina, me presentaron golpeada, pero no tomaron fotografías, no tomaron en cuanta mi declaración para que yo pudiera defenderme”, dice Roxana en su carta.
Fue el día 8 de mayo cuando la vida de Roxana, quien también es madre de un niño de cuatro años, dio un giro de 180 grados. La joven llevaba siete años viviendo en el municipio de Nezahualcóyotl, a donde migró desde Oaxaca por la pobreza y en busca de empleo, el cual consiguió en un puesto de papas frente a una tienda de conveniencia.
Ese día al salir de su jornada laboral, una joven que trabajaba en la tienda de conveniencia le invitó una cerveza, ella la bebió y al retirarse para irse a su casa un sujeto, quien también laboraba en ese lugar, se ofreció a llevarla. A partir de ahí comenzaría todo su infierno.