Seguramente hemos identificado alrededor de nuestra vida emociones consideradas positivas como la alegría, gratitud, serenidad, diversión, entusiasmo, sorpresa y/o emociones negativas como la tristeza, la rabia, el enfado, la molestia, frustración y hasta el estrés.
Estamos hechos por una cultura con una educación que de manera natural nos lleva a clasificar en nuestra vida como bueno o como malo lo que nos pasa, lo que sentimos, lo que vivimos y a veces hasta lo que no hemos vivido.
Pero, realmente positivo o negativo quien sabe, desde que estamos poniendo la etiqueta de positivo o negativo, en realidad estamos catalogando algo que es mucho mas simple, algo que no podemos asegurar en el resultado final sea malo o bueno.
Si estamos poniendo el adjetivo de si es algo bueno o malo, estamos también justificando o también orientándonos hacia un concepto que no es verdadero, porque generalmente la vida se construye día a día y lo que nos pasa o sentimos hoy, es solo un fragmento de lo que es y será nuestro caminar por esta existencia humana.
Volviendo al punto de las emociones para poder decir si es buena o mala, positiva o negativa, primero necesitamos entender e identificar cuales son las emociones básicas, cuales son emociones funcionales y disfuncionales.
Autores sobre el tema coinciden en que las emociones se mueven en un eje con dos polos que pueden ser positivo y negativo. Incluso el hablar de emociones como negativa o positiva sería un poco complicado, ya que hay emociones como la sorpresa que puede ser positiva o negativa.
Que además pueden ser innatas, funcionales si nos generan un beneficio y placenteras. Pero también disfuncionales si son desagradables, si nos paralizan y/o son de riesgo.
Por lo que es importante destacar, que la manera de responder de la persona, la forma de gestionar, tiene que ver con su estilo interactivo consigo misma y con otros. Tiene que ver con su historia inter conductual o historia de vida.
Sugiriendo que al sentir cualquier emoción lo importante es poder identificar cual es el elemento que esta en su profundidad o elemento disparador.
Por ejemplo, cuando un niño esta llorando, no significa que sea una emoción negativa llorar, lo importante es descubrir que es lo que esta haciendo que ese niño llore. Puede estar cansado, enfadado, puede ser una llamada de atención, una señal de que internamente tiene un malestar.
Por lo que el hecho de identificar esas emociones, también nos ayuda a que podamos comprender mejor a la persona y también nuestras propias emociones
Así que “todas las emociones son necesarias e importantes” no puede haber luz sin oscuridad. Sentirse mal, no está mal.