Era marzo de 2018 cuando López Obrador realizó un recorrido por San Luis Potosí. Buscaba la presidencia de la República y durante una conferencia de prensa un periodista local se quejó de la influencia política de los Gallardo en la entidad y de su probable relación con el crimen organizado.
López Obrador tenía todo el contexto del ingreso y salida de la cárcel de Ricardo Gallardo y de la supuesta historia negra de la familia cuando dijo esto:
Solo roban el dinero del presupuesto y reparten migajas, trafican con el hambre, con la pobreza de la gente. Cada vez que hay elecciones comienza la repartidora, compran los votos en 500 pesos, mil pesos, 2 mil pesos. Entregan despensas frijol con gorgojo, láminas cartón, tinacos, pollos, patos, chivos, borregos, puercos, cochinos, cerdos, marranos, eso es lo que son, corruptos.
Y vamos a enfrentar a todo estás bandas, vamos a enfrentar toda esta corrupción y hacer a un lado la hipocresía, ya poner orden; es como padecer la banda que encabeza Salinas de Gortari; por ejemplo, me dicen que si puede tener agallas, imagínense si me enfrenté a esa mafia, he enfrentado a Salinas, a Fox, a Calderón y a Peña, ¡cómo no me iba a poder enfrentar a mafiosillos!”.
Pero todo cambió. Gallardo se hizo diputado federal y coordinador de la bancada del PRD. En 2019 renunció junto con otros ocho compañeros suyos al partido, se unió al PVEM y respaldaron todas las reformas constitucionales del presidente López Obrador.
Ricardo Gallardo renunció a la diputación federal para convertirse en candidato al gobierno de SLP. Se cancelaron todas las investigaciones en su contra desde la UIF por supuesto lavado de dinero y los morenistas acusaron a Mario Delgado de traicionar al partido y a sus candidatos para entregar la plaza política a Gallardo y al PVEM.
La joya de esa corona se vivió ayer: Ricardo Gallardo entró triunfal a Palacio Nacional -aunque su candidatura está impugnada ante el INE-, donde lo recibió el presidente en su despacho y planearon trabajar juntos.
¿Y la soberanía de los pueblos?
Cuando se quiere se puede pasar por alto la soberanía de los pueblos para tomar postura de México a favor de las naciones y condenar a otras.
Por segundo día consecutivo el presidente López Obrador abordó el tema de Cuba. No guardó el respeto, dicho por él en otros conflictos internacionales, al mostrar su apoyo esta vez al gobierno cubano por encima de la posible violación a los derechos humanos que enfrentan los habitantes de la isla.
En su conferencia mañanera de este martes en Palacio Nacional, López Obrador aseguró que el bloqueo a la isla (de parte de Estados Unidos) es violatorio y contrario a lo que es la fraternidad universal. Exigió que no haya injerencia de otros gobiernos al tiempo de decir que se deben respetar los principios de no intervención, autodeterminación de los pueblos y buscar las soluciones pacíficas a los conflictos.
Uppercut: Ricardo Monreal dice que no va a participar en actos adelantados de campaña e indirectamente manda una bola a quienes ya se apuntaron: la carrera anticipada puede tener implicaciones jurídicas.