Las Finales de la NBA no podían terminar de forma oficial este domingo, pero en Milwaukee sabían que una derrota los dejaba prácticamente condenados. Nadie en la historia ha podido revertir un 3-0 en Playoffs.
Pero si un 2-0: Milwaukee ya lo logró hace unas semanas ante Brooklyn Nets y por eso su ilusión crece con semejante reacción en su estadio. L
os Bucks ganaron por 120-100 en su casa con un Giannis Antetokounmpo fabuloso y descontaron a 2-1 en las Finales que están disputando contra Phoenix Suns.
41 puntos, 13 rebotes y 6 asistencias aportó un Giannis que dominó la zona pintada a sus anchas como en el segundo partido, con la diferencia de que ahora contó con mayor efectividad de sus compañeros (21 puntos y 9 asistencias de Jrue Holiday, 18 tantos y 6 asistencias de Khris Middleton) a la hora de atacar y también para defender.
Milwaukee se puso firme en ese aspecto desde el segundo cuarto, en el que finalmente limitó a Phoenix a menos de 25 tantos por primera vez en esta serie, y desde ahí hizo aparecer a los mejores Bucks: los que corren y llegan al aro para que Giannis (14-23 de campo, 0-2 en triples, 14-17 en tiros libres) se ocupe más de definir cerca del aro y menos de tener que jugar estacionado con el balón.
Los Bucks rebotearon mejor, corrieron mejor, defendieron mejor y definieron mejor.