Después de la zarandeada que Mauricio Tabe le puso a Víctor Hugo Romo, aspirante de Morena a la alcaldía Miguel Hidalgo, éste no volvió a las que fueron sus oficinas ni por sus cosas personales. Desde el 8 de junio notificó al Congreso de la CDMX su separación definitiva del cargo y no aparece.
Colaboradores cercanos a Romo, quien se dedicó los últimos meses al trabajo político para reelegirse en la alcaldía, aseguran, en corto, que su exjefe no se ha reportado, ni les ha hecho peticiones. Al parecer se tomó unos días fuera de la capital para procesar su derrota y meditar su futuro.
No es para menos. Nadie, a decir verdad, ni los panistas, soñaron con sacar una diferencia de 15 puntos el 6 de junio, menos cuando todas las encuestas consideraban, aún en víspera de la veda electoral, un cierre apretado entre ambos.
Se decía que Tabe, abanderado del PAN-PRI-PRD, era un buen candidato y que estaba haciendo una interesante campaña, pero, supuestamente, Romo tenía a las bases de su lado, recibiría todo el apoyo desde “arriba” y el acercamiento estaba planchado con el sector empresarial.
La reelección para la que estaba trabajando, lo saben al interior del partido, iba más allá: buscaba meterse en una terna de nombres rumbo a 2024 por la jefatura de Gobierno, por lo que los resultados del 6 de junio lo sacaron directamente de la disputa interna para relevar a Claudia Sheinbaum. Eso explica al interior del partido la desaparición de Romo, quien perdió la simpatía de los habitantes de Miguel Hidalgo, que le brindaron la oportunidad en dos periodos, negándole una tercera vez y cortándole las alas para ir más lejos.
Los más votados
El golpe a Romo, si también se mira desde otras esferas, es más contundente que el porcentaje de diferencia. Margarita Zavala —de quien el morenista se mofó al ser candidata del PAN-PRI-PRD a una diputación federal y a la que menospreció luego de que el partido México Libre, que constituía junto con su esposo, Felipe Calderón, no lograra el registro— fue determinante para aplastarlo. Zavala es la segunda legisladora más votada en el país con 109 mil 914 sufragios y reviven, ella y Calderón, en tierras gobernadas por Romo, pese a no ser de esa demarcación.
Por si fuera poco, Jorge Triana, diputado local en Miguel Hidalgo, pidió licencia para irse a suplir al finado Leonel Luna y también hizo historia al quedar en el tercer lugar de los legisladores más votados, con 107 mil 944 sufragios. El aliento de Romo no le da para reaparecer aún.
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Uppercut: El primer lugar de los diputados federales más votados también es el panista Luis Mendoza, quien juntó 169 mil 729 papeletas en Benito Juárez. Y de ahí mismo es el diputado local más votado de la capital. Se trata de Christian Von Roerich, quien obtuvo 94 mil 587 votos. Este panista impone un récord difícil de superar, pues el segundo lugar es Marisela Zúñiga, de Morena, quien obtuvo 51 mil 520 sufragios.