Columna Contra las cuerdas
En el Senado hay molestia en las filas de Morena debido a que el grupo de legisladores mayoritario del partido, que abiertamente respalda a Ricardo Monreal, no le perdona al presidente de la Mesa Directiva de la Cámara alta la confrontación que abrió en contra de su coordinador parlamentario en un caso tan delicado como el de Francisco Cabeza de Vaca.
Resulta que, mientras Monreal decía que sí procedía la orden de captura en contra del gobernador de Tamaulipas, Edmundo Ramírez afirmó todo lo contrario, al señalar que el mandatario sigue gozando de fuero, diga lo que se diga. No es cualquier voz la de Ramírez, sino la del representante del Poder Legislativo, por lo que Monreal quedó opacado. Pero más allá de eso, se avivó el fuego amigo desde Gobernación, en contra del coordinador parlamentario de Morena para hacer ver que Monreal está teniendo problemas de unidad en su bancada.
En ese sentido, los senadores monrealistas pusieron el grito en el cielo al asegurar que, mientras ellos se esfuerzan y se desviven por quedar bien con la coordinación al jugársela con todo lo que les piden, una sola persona puede echar a perder todo un proyecto político.
Eduardo Ramírez siempre ha estado muy cerca a Manuel Velasco. Pero al llegar al Senado, el coordinador del PVEM y él tuvieron un supuesto distanciamiento porque el ex gobernador de Chiapas no lo hizo candidato a senador. Ahí hubo una especie de ruptura. Ramírez se hizo del escaño porque anduvo coqueteando con varios partidos hasta que lo reclutó Morena. Cuando llegó a la Ciudad de México se hizo cercano de Monreal, quien lo tiene como operador político. No obstante, con la declaración de Ramírez sobre el fuero del gobernador de Tamaulipas, éste terminó empinando a Ricardo Monreal.
Hacia los opositores internos, se mandó el mensaje de que una cosa dice Ricardo y otra cosa dicen sus súbditos. Entonces en Palacio Nacional se compraron la versión de Gobernación de que Monreal atraviesa por una crisis de liderazgo. Por eso el disgusto se dio entre los senadores y seguidores de Monreal. Ya empezaron los reclamos, al decir que su líder está dejando la operación en manos de una persona que se equivoca con facilidad o no trabaja a favor del grupo que dice representar.
Se comenta que a Monreal sí le afectó lo dicho por el presidente del Senado y que a pesar de que éste pudo haber aclarado las cosas no lo hizo, por lo que las fuentes internas aseguran que ya se suscitó un encono entre los liderazgos.
“Empezó a haber un encono, digamos, soterrado, pero al mismo tiempo se quiere hacer creer que no pasa nada. Aunado a eso, la mayoría de legisladores anda en otro canal, están preocupados por los resultados del 6 de junio. En este momento, senadores de todos los partidos operan abiertamente, sin pedir permiso, haciendo campaña”. Después del 6 de junio una fuerte crisis puede profundizar en Morena del Senado.